Operativo dulzura: secuestran una cifra récord de cocaína camuflada en bolsas de azúcar
La Hidrovía Paraná-Paraguay volvió a transformarse en el escenario de uno de los secuestros de drogas más grandes de la historia, llamado «Operativo dulzura». Se detectaron más de 4000 kilos de cocaína en un lote de cuatro contenedores en el puerto de Caacupemí, cerca de Asunción, una terminal privada. El destino de la carga era Amberes, Bélgica, uno de los destinos más frecuentes, junto con Rotterdam. Y utilizados desde la Hidrovía para ingresar en Europa.
Lo llamativo de este embarque, cuya cantidad exacta de droga aún no se ha determinado por la revisión pendiente de tres contenedores, es cómo se había camuflado la cocaína. No estaba embalada en panes, como frecuentemente se realiza, sino en bolsas de unos 20 kilos de cocaína recubiertas de azúcar. Lo que complicó su identificación mediante escáneres.
Jalil Rachid, jefe de la Secretaría Nacional de Antidrogas de Paraguay, usó un ejemplo para describir el hallazgo: «Fue como en las películas. La droga estaba dividida en bolsas. No vemos esto nunca, salvo en las series de TV. Era tanta cantidad que no estaba dividida en panes, sino en bolsas de 20 kilos», reveló con sorpresa el exfiscal. El secuestro de esta cantidad de cocaína se transformó, además, en un hecho político. El presidente paraguayo Santiago Peña destacó que antes esa cantidad de estupefaciente salía de su país y que solo después se secuestraba en Europa.
Rachid reveló que se llegó a detectar esa droga por tareas de inteligencia que se realizaron durante varias semanas. «Un desafío era poder secuestrar la cocaína en los puertos paraguayos, antes de que salga del país. No como ocurría antes que nos enterábamos de que la droga había salido del país cuando la secuestraban en las terminales europeas», afirmó el funcionario, que fue fiscal hasta el año pasado.