La devaluación de diciembre de 2023 generó un fuerte impacto en la economía argentina, afectando especialmente el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado una recuperación gradual de los ingresos reales, aunque de manera desigual.

Un estudio realizado por el economista Nadín Argañaraz, director del Instituto de Análisis Fiscal (IARAF), revela que los jubilados, a pesar de ser uno de los sectores más afectados por las políticas de ajuste fiscal, han logrado recuperar parte del poder adquisitivo perdido. En particular, aquellos que cobran haberes superiores a la mínima han experimentado un aumento real de sus ingresos desde mayo.

Por su parte, los trabajadores del sector privado formal también han mostrado signos de recuperación, aunque de manera más lenta. Si bien aún no han recuperado completamente el poder adquisitivo previo a la devaluación, los salarios han aumentado de manera sostenida en los últimos meses.

En contraste, los empleados públicos son los que más han sufrido las consecuencias de la devaluación y las políticas de ajuste fiscal. Sus ingresos reales continúan por debajo de los niveles previos a diciembre de 2023.

Si bien se observa una recuperación gradual de los ingresos reales, la situación sigue siendo compleja. La incertidumbre económica, la elevada inflación y la falta de generación de empleo son algunos de los desafíos que enfrentan los trabajadores y jubilados.