En la previa de las elecciones de este próximo domingo en Venezuela, la prensa vive un clima hostil por parte de las autoridades venezolanas. Desde las oficinas de Migraciones, prohibieron el ingreso al periodista argentino Jorge Pizarro. El reconocido comunicador viajaba a cubrir los comicios pero se vio impedido a realizar su trabajo. Luego de permanecer retenido varias horas en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar de Caracas, el periodista fue sometido múltiples interrogatorios. Finalmente será deportado «por no cumplir con los requisitos para el ingreso al país”.

“Hicimos la fila de migraciones y, extrañamente, cuando vieron mi pasaporte, había una persona que hacía la visualización del pasaporte, que te pedían que estuviera en mano. Cuando vieron mi pasaporte, me llamaron aparte. Pensé que era una cuestión de rutina hasta que una señorita que tenía un uniforme color azul marino con un ploteo verde flúor bastante desagradable y un escudo que decía Ministerio Público y Popular me interrogó severamente, sin explicarme por qué. Esa señorita me pasó a otra persona de civil, que me volvió a hacer, inexplicablemente, casi el mismo interrogatorio”, explicó durante una entrevista radial.

Amenaza de detención

La incómoda situación se agravó cuando un oficial superior amenazó con detenerlo por cuestionar los interrogatorios. “Cando osé decirle por qué me preguntaban tantas veces lo mismo si yo había contestado siempre igual, y no había ningún motivo para trastabillar porque las preguntas eran bien puntuales, prácticamente por haberle preguntado eso casi me pone preso. Me dijo que las preguntas las hacía él, que yo no podía responderle nada, excepto lo que él me dijera”, resaltó.

“Ahí por primera vez entendí lo que estaba pasando. A partir de ahí me interrogaron 10 veces. Básicamente son las mismas ocho preguntas, me sacaron 14 fotos en escenarios distintos, me retuvieron el pasaporte, me llevaron a una oficina de Aislamiento y Deportación, y me hicieron grabar un video. En ese video, que fue en un cuartito de 2×2 todo blanco, con una cámara en el techo que te apunta, hay un escritorio, una silla en la que solo te podés sentar cuando te permiten, sino todo tuve que hacerlo de pie, y cuando me senté me dijeron ‘usted tiene que grabar un video diciendo quién es, a qué vino y qué pretende hacer acá’”, relató. Pizarro afirmó que fue escoltado por tres agentes de Migraciones que tenían la orden expresa de seguir todos sus pasos.

Deportación

“Las acreditaciones para venir acá se entregaban hasta el mes de abril, y no había excepción alguna. La Embajada venezolana en Buenos Aires no daba muchas respuestas y sólo te sugería que cuando llegaras aquí te presentaras ante la autoridad electoral para validar quién eras, de dónde venías, a qué empresa representas, cuál es tu misión y validarte profesionalmente. Eso lo iba a hacer en las primeras horas del día de hoy, pero no llegué porque me mantuvieron en esa sala, me separaron de mi mochila, me sacaron mis celulares, me sacaron la ropa que tenía, durante 6 horas no me dieron ni un vaso de agua, yo tenía que tomar una medicación y no me lo permitieron, y prácticamente no me dejaron ir al baño”, relató.

Tras permanecer tres horas de pie en un corralito finalmente le permitieron tomar asiento en una sala de Migraciones y le comunicaron que será deportado en un vuelo de la aerolínea COPA Airlines, la misma con la cual llegó a Venezuela vía Panamá (esto se debe a que las autoridades venezolanas prohibieron el ingreso a todo ciudadano argentino proveniente de Argentina). “Estoy alejado del resto del publico, no me puedo contactar con nadie. Con la única persona que pude mantener una relación es con la señora que me trajo un café y un vaso de agua. Teóricamente, y si COPA acepta, a las 9 me suben al avión”, cerró.