Dormir adecuadamente es uno de los pilares fundamentales para el bienestar, junto con una buena alimentación y el ejercicio físico. Sin embargo, la relación entre el sueño y la salud cerebral continúa siendo objeto de estudio. Un reciente informe publicado en la revista Neurology ofrece evidencia de que la mala calidad del sueño durante la mediana edad puede tener un impacto considerable en el envejecimiento del cerebro.

Según el estudio, las personas que experimentan dificultades recurrentes para conciliar o mantener el sueño muestran signos de envejecimiento cerebral acelerado. Aunque la investigación no establece una relación causal directa, sí revela una fuerte asociación entre el sueño deficiente y el deterioro cognitivo temprano. Esto sugiere que quienes duermen mal podrían experimentar una aceleración en el proceso de envejecimiento cerebral de hasta tres años en comparación con aquellos que duermen bien.

La doctora Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco y líder del estudio, explicó: «Nuestro estudio, en el que se utilizan escáneres cerebrales para determinar la edad cerebral de los participantes, sugiere que la falta de sueño está relacionada con casi tres años adicionales de envejecimiento cerebral ya en la mediana edad».

Metodología del estudio

La investigación incluyó a 589 personas con una edad promedio de 40 años al inicio. A lo largo de quince años, los participantes fueron evaluados en dos momentos clave:

  1. Cuestionarios sobre calidad del sueño al inicio y cinco años después, con preguntas como:
    • ¿Tiene problemas para conciliar el sueño?
    • ¿Se despierta varias veces durante la noche?
    • ¿Se despierta demasiado temprano por la mañana?
  2. Exploraciones cerebrales tras quince años de seguimiento, utilizando técnicas de aprendizaje automático para estimar la edad cerebral basada en el encogimiento cerebral natural asociado al envejecimiento.

Los participantes fueron clasificados en tres grupos según el número de problemas de sueño reportados: bajos, medios y altos niveles de problemas.

Hallazgos significativos

Los resultados mostraron que:

  • El 70% de los participantes tenía bajos niveles de problemas de sueño.
  • El 22% presentaba niveles medios.
  • El 8% tenía altos niveles de problemas de sueño.

Tras ajustar por factores como edad, sexo, diabetes e hipertensión, se encontró que el grupo con niveles medios de problemas de sueño mostraba una edad cerebral promedio 1,6 años mayor que el grupo con menos problemas. En el grupo con altos niveles de problemas, la diferencia aumentaba a 2,6 años.

Además, aquellos que consistentemente reportaron problemas de sueño durante los cinco años iniciales presentaban un mayor deterioro cerebral. Las dificultades más asociadas al envejecimiento cerebral fueron:

  • Mala calidad general del sueño.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Dificultad para mantenerse dormido.
  • Despertar temprano por la mañana.

La importancia de un buen descanso para la salud general

El problema de la mala calidad del sueño es ampliamente reconocido. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 40% de la población global tiene problemas para dormir. Dormir bien es esencial no solo para mantener un cerebro saludable, sino también para reducir el riesgo de enfermedades y proporcionar la energía necesaria para las actividades diarias.

El doctor Daniel Pérez Chada, director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral, señaló que en los últimos 50 años se ha perdido el 25% de las horas de sueño. Factores como el estrés, el uso excesivo de luz artificial y cambios en los hábitos diarios han afectado la capacidad de las personas para descansar adecuadamente.