La actual coyuntura económica en Argentina ha impactado de manera significativa el poder adquisitivo de la población, reflejándose en una notable disminución en las ventas de productos esenciales. Según un informe de UNICEF, el año 2024 se perfila como el de menor consumo de lácteos en la historia del país. Patricio Altamirano, presidente de la Mesa de Lechería de Tucumán, analizó los factores que han influido en esta situación. «En el sector lechero, todo lo que ocurre hoy tiene repercusiones en los meses siguientes. Hemos experimentado una caída general en la producción, tanto en Tucumán como a nivel nacional. Sin embargo, las condiciones climáticas actuales favorecen la realización de reservas de forraje para el próximo año», explicó Altamirano.

Añadió que las heladas recientes han tenido un impacto considerable: «Las heladas retrasan el crecimiento de las pasturas, afectando directamente la producción de leche y otras actividades agrícolas». Por otro lado, las lluvias, aunque inconvenientes durante su duración, han resultado beneficiosas a largo plazo al mejorar el perfil del suelo y asegurar el abastecimiento de agua en periodos secos. «Si hacemos un balance, las lluvias traen beneficios necesarios para el sector», puntualizó.

Caída en el consumo y recuperación

La disminución en el consumo interno de lácteos ha sido pronunciada. «No vemos una recuperación en el consumo interno, lo que ha llevado a una retracción en el sector. El año pasado cerramos con pérdidas y los precios al productor han sido desfavorables. Aunque ha habido una leve mejora en los precios del litro de leche gracias a la exportación, el consumo interno sigue cayendo», afirmó Altamirano.

A pesar de una ligera recomposición en los precios por la exportación, la Mesa de Lechería enfatiza la urgencia de revitalizar el mercado interno. «Lo que realmente necesitamos es recuperar nuestro consumo interno de lácteos a niveles de años anteriores», subrayó. Esta recuperación es crucial para asegurar la sostenibilidad de los productores locales.

Altamirano también abordó la distribución de la producción lechera en Tucumán. «La mayor parte de la leche producida en la provincia se consume localmente, ya que Tucumán no cuenta con industrias exportadoras significativas. Sin embargo, una parte de la producción se destina a industrias en provincias vecinas, especialmente en Santa Fe, donde existen grandes plantas exportadoras».