El coordinador del Programa de Hortalizas, Flores y Aromáticas del INTA, Daniel Kirschbaum, compartió detalles sobre la situación actual de la producción. Si bien los niveles productivos se mantienen comparados con el año anterior, lo que ha crecido es la superficie plantada. Esto se debe, en parte, a la reutilización de plantas del ciclo anterior y a la producción local de nuevos cultivos por parte de los productores. «Aunque la superficie creció, el estado de las plantas no es óptimo, lo que no permitió un aumento en la producción», explicó Kirschbaum.

Las condiciones climáticas, especialmente las heladas, han afectado gravemente a las plantaciones. Kirschbaum señaló que las pérdidas en algunas áreas fueron devastadoras, alcanzando entre el 30% y el 100% de las flores y frutos. Este golpe ocurrió en el mes de julio, cuando los precios de la frutilla son más altos debido a su condición de primicia. «En términos económicos, las pérdidas son enormes. Solo en una hectárea, la merma de 1550 kilos representa una pérdida de 6 millones de pesos», detalló.

El rol de Tucumán en la producción nacional

Pese a los desafíos, Tucumán sigue siendo un jugador clave en la producción de frutillas a nivel nacional. «Aunque las heladas han afectado a todas las zonas productoras del país, el volumen de producción de Tucumán sigue siendo uno de los más altos, solo superado por Buenos Aires», destacó Kirschbaum, resaltando la importancia de la provincia en el NOA.

La mayor parte de la superficie destinada a la frutilla en Tucumán está a cargo de unos pocos grandes productores. Sin embargo, Kirschbaum también señaló que hay muchos pequeños productores que dependen de esta actividad para su sustento. «Lules continúa siendo el principal departamento productor de frutillas en la provincia, pero la actividad se ha ido expandiendo a otras áreas como Leales, Chicligasta, Monteros, Alberdi y Tafí del Valle», afirmó.

En cuanto a las exportaciones, Kirschbaum señaló que, a pesar de las condiciones del mercado externo, el clima ha sido un factor determinante en la reducción de los volúmenes exportados. «El año pasado las lluvias afectaron severamente la producción y este año las heladas, sumadas a nuevas precipitaciones, volvieron a golpear la actividad», explicó.

Perspectivas climáticas para las próximas semanas

Kirschbaum anticipó que las oscilaciones en las temperaturas y la llegada de la temporada de lluvias podrían complicar aún más la producción. «Octubre es el inicio de la temporada de lluvias en Tucumán. Mientras no llueva, podemos manejar la situación, pero cuando comiencen las precipitaciones, se perderán grandes cantidades de fruta», concluyó.