Un estudio reciente publicado en la Cochrane Database of Systematic Reviews reveló que ofrecer incentivos financieros puede ser una herramienta efectiva para ayudar a las personas a dejar de fumar. Según los investigadores, este método incrementa significativamente las probabilidades de éxito, especialmente entre mujeres embarazadas.

El estudio, que analizó datos de 47 investigaciones previas con la participación de casi 22.000 personas, encontró que los fumadores que recibieron recompensas económicas tenían un 54% más de probabilidades de dejar el hábito. En el caso de las mujeres embarazadas, las probabilidades de éxito se duplicaron al recibir incentivos financieros.

Según Caitlin Notley, profesora de ciencias de la adicción en la Universidad de East Anglia, los incentivos ayudan a las personas a modificar su comportamiento utilizando refuerzos positivos, un enfoque conocido como «gestión de contingencias».

“Estamos seguros de que los incentivos financieros no solo son efectivos, sino que también pueden ser cruciales para ayudar a las mujeres embarazadas a dejar de fumar, protegiendo tanto su salud como la del feto”, señaló Notley.

Resultados clave del estudio

  • Participantes generales: de cada 100 fumadores que recibieron incentivos, 10 lograron mantenerse sin fumar durante seis meses o más, en comparación con 7 de cada 100 que no recibieron recompensas.
  • Mujeres embarazadas: 13 de cada 100 mujeres embarazadas lograron dejar de fumar a largo plazo con incentivos, en comparación con 6 de cada 100 sin recompensas.

El modelo de incentivos en la práctica

Los incentivos financieros variaron desde depósitos personales hasta recompensas de entre $45 y $1.200. Aunque el estudio no logró determinar cuál es el valor óptimo para maximizar los resultados, demostró que estas recompensas actúan sobre los sistemas de recompensa psicológica en el cerebro, un componente clave en la adicción a la nicotina.

El uso de incentivos financieros ya ha mostrado resultados positivos en California, el primer estado de EE. UU. en implementar este enfoque a través de Medicaid para combatir adicciones como la metanfetamina y la cocaína. Desde 2021, otros 14 estados han adoptado estrategias similares.

Jamie Hartmann-Boyce, profesor asistente de la Universidad de Massachusetts, explicó: “Muchas personas tienen una percepción errónea sobre estos programas, asumiendo que los fumadores podrían dejar el hábito sin incentivos, pero la evidencia muestra que estos pagos actúan sobre mecanismos psicológicos fundamentales para superar la adicción”.