Contra todos los pronósticos iniciales, el Gobierno de Javier Milei cerró 2024 con un superávit financiero de $1,8 billones, equivalente al 0,3% del PBI, un hito que no se alcanzaba desde 2010. Además, el resultado fiscal primario, que excluye los intereses de la deuda, registró un superávit de $10,4 billones (1,8% del PBI), marcando una fuerte corrección respecto al déficit fiscal del 2,9% del PBI y financiero del 4,6% que dejó 2023.

La clave del superávit estuvo en una reducción drástica del gasto público del 27,5% en términos reales, algo inédito en las últimas décadas, salvo excepciones como el año posterior a la pandemia. Según el Ministerio de Economía, el ajuste se reflejó principalmente en áreas como jubilaciones, obra pública, subsidios económicos, transferencias a provincias y salarios públicos.

El ministro Luis Caputo celebró este logro en redes sociales, atribuyéndolo al «liderazgo extraordinario» de Javier Milei y a un «programa de estabilización que ha sorprendido al mundo». Caputo destacó que este orden fiscal permitió eliminar el déficit, frenar la emisión monetaria y proyectar un crecimiento económico sostenido para 2025.

Factores que impulsaron los ingresos

En 2024, los ingresos fiscales también se vieron beneficiados por factores extraordinarios que representaron el 7% del total recaudado. Entre ellos se destacaron:

  • El incremento del impuesto PAIS sobre la compra de dólares.
  • Planes de regularización fiscal como el blanqueo de activos y la moratoria impositiva.
  • Régimen de pago anticipado de Bienes Personales.

Sin embargo, el Ministerio de Economía reconoció que estos ingresos no se repetirán en 2025, por lo que la estrategia se centrará en el crecimiento económico, proyectado en un 5% del PBI, y en privatizaciones para mantener el equilibrio fiscal.

La importancia del equilibrio fiscal

El economista Lorenzo Sigaut Gravina calificó este ajuste como «un pilar virtuoso del Gobierno», señalando que permitió frenar la emisión monetaria y reducir las expectativas inflacionarias. Según el analista, la vocación del Ejecutivo para pagar costos políticos, como los vetos a la reforma jubilatoria y al proyecto de financiamiento universitario, fue determinante para lograr este resultado.

El economista Gabriel Caamaño, por su parte, destacó que el superávit financiero es «el primero en 14 años y el mayor en 16 años», aunque aclaró que existen diferencias metodológicas en los cálculos, con algunas consultoras situando el último superávit financiero en 2008.

Diciembre fue el único mes con déficit financiero ($1,6 billones) y fiscal ($1,3 billones), debido a un aumento estacional del gasto. Sin embargo, la caída del déficit en términos reales fue del 70% respecto al mismo mes de 2023, gracias al crecimiento de los ingresos (7,2%) y la reducción del gasto (17,5%).

Perspectivas para 2025

Para mantener la estabilidad fiscal, el Gobierno apostará a:

  • Aumentar la recaudación del IVA mediante el crecimiento del consumo.
  • Avanzar con privatizaciones y concesiones, siguiendo el modelo de los años 90.

El desafío será compensar los menores ingresos extraordinarios de 2024, mientras se consolidan las reformas estructurales y se busca reducir aún más la inflación y la pobreza.