
Genoma del cáncer: un terremoto genético en los casos que más afectan a niños y adolescentes

El cáncer, una enfermedad genética originada por errores en el ADN, tiene su base en mutaciones que alteran el equilibrio celular. En 2011, investigadores británicos identificaron un fenómeno conocido como cromotripsis, en el que un cromosoma se fragmenta en cientos de pedazos que se reorganizan de manera caótica, generando células monstruosas. Este proceso, observado en el 3% de los tumores y hasta en el 25% de los cánceres óseos, vuelve a ser noticia con un nuevo descubrimiento.
Un equipo liderado por los españoles Isidro Cortés Ciriano y José Espejo Valle-Inclán ha identificado un mecanismo clave en el osteosarcoma, un tipo de cáncer que afecta principalmente a niños y adolescentes. Según el estudio, publicado en la revista Cell, este tipo de cáncer muestra genomas extremadamente complejos, con cromosomas que parecen construidos como un «Frankenstein», compuestos por fragmentos de hasta 15 cromosomas diferentes.
El papel del guardián del genoma
El gen TP53, conocido como «el guardián del genoma», juega un rol esencial en la reparación del ADN y en la prevención del cáncer. Sin embargo, cuando este gen se ve afectado, los cromosomas se vuelven aberrantes, desencadenando una cascada de eventos genéticos que llevan a la formación de células cancerosas altamente mutadas. Este mecanismo, denominado cromotripsis por pérdida-translocación-amplificación, fue identificado como responsable de la complejidad genética en el 50% de los casos de osteosarcoma de alto grado.
El equipo utilizó datos del Proyecto 100.000 Genomas, un esfuerzo británico que analizó el ADN de pacientes con cáncer o enfermedades raras. La secuenciación de múltiples fragmentos de tumores permitió crear un «árbol genealógico» de las células cancerosas, ayudando a comprender cómo evolucionan los tumores.
Impacto en tratamientos y pronósticos
Tradicionalmente, se pensaba que la cromotripsis ocurría solo una vez al inicio del desarrollo del tumor. Sin embargo, este estudio reveló que este fenómeno se repite múltiples veces en diferentes grupos celulares, complicando la efectividad de los tratamientos actuales. Conocer este proceso permitirá desarrollar nuevos fármacos y mejorar los pronósticos para pacientes que actualmente enfrentan tratamientos invasivos como quimioterapias y amputaciones.
Además de inactivar genes protectores como el TP53, la cromotripsis provoca la amplificación de oncogenes, genes mutados con el potencial de causar cáncer. Según Espejo Valle-Inclán, en algunos casos pueden llegar a generarse más de 80 copias de un oncogén en una sola célula.
La biología computacional: una nueva era en la investigación
El avance en el estudio del genoma del cáncer es un ejemplo de cómo la biología computacional está revolucionando la investigación biomédica. Óscar Fernández Capetillo, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de Madrid, destacó que el análisis de bases de datos de tejidos permite hacer descubrimientos desde un escritorio, con las preguntas correctas. «Esa era ya llegó a la biomedicina y a la salud«, afirmó.