Brasil: alertan por las incalculables pérdidas económicas tras las inundaciones
El impactante fenómeno de destrucción generado por las inundaciones en el sur de Brasil sigue siendo incalculable. Especialistas lo comparan con el huracán Katrina en los Estados Unidos en 2005. Nunca en la historia de Brasil, un evento climático generó tanto daño económico. El economista Sergio Vale, director de la consultora MB Associados, señaló que el daño en la economía de Rio Grande do Sul corresponde al 6,5% del PIB brasileño. En ese sentido, el analista sostuvo que la economía brasileña se contraerá un 2% en lugar del crecimiento del 3,5% que venía registrando en los últimos 12 meses hasta abril.
La tragedia de Rio Grande do Sul causó al menos 149 muertos. Además generó una ola de desplazamientos sociales y un gran número de refugiados. De hecho, alertan que ciudades enteras deberán abandonar para siempre su localización original. Esto tendría un impacto negativo en al menos tres frentes de la economía brasileña: el crecimiento del PIB, el sector agrícola y las cuentas públicas. Los especialistas aún no logran cuantificar la magnitud de los daños porque las lluvias persisten y la mayoría de las zonas permanecen bajo el agua. Las autoridades evalúan distintas medidas, entre ellas el envío de fondos a Rio Grande do Sul.
Crecimiento e industria
Según la Federación de Industrias del Estado de Rio Grande do Sul, las inundaciones afectaron al 94,3% de toda la actividad económica de Rio Grande do Sul. Incluye los principales polos industriales. Tres de las mayores regiones afectadas (Región Metropolitana de Porto Alegre, Vale dos Sinos y Serra) aportan R$220.000 millones (US$42.830 millones) a la actividad económica brasileña. Estas tres regiones concentran 23.700 industrias que emplean a 433.000 personas. Otro estudio, realizado por la Confederación Nacional de Municipios, estima las pérdidas financieras por las inundaciones en más de R$8.900 millones (US$1.732 millones). Según el CMN, de esta pérdida US$467 millones corresponden al sector público, US$370 millones al sector productivo privado y US$895 millones específicamente a viviendas destruidas.
Impacto agrícola
Rio Grande do Sul representa el 12,6% del PIB agrícola nacional. Debido al desastre en el sector, se pronostica que el PIB agrícola en Brasil podría caer un 3,5%. Las pérdidas en la agroindustria podrían verse incrementadas por la logística, que afecta tanto el flujo de la cosecha como la llegada de los insumos. Rio Grande do Sul representa el 70% de la producción de arroz de Brasil, el 15% de la carne (12% de la producción de pollo y 17% de la producción de cerdo), el 15% de la soya y el 4% del maíz. Las inundaciones provocaron impactos en algunos precios internacionales: el precio mundial de la soya en la Bolsa de Chicago aumentó un 2% la semana pasada.
En Brasil, el precio del arroz ya subió y el gobierno anunció la importación del producto para evitar un shock aún mayor. Se teme que los precios del pollo y del cerdo también puedan subir pronto. Por suerte, ya se había recogido el 70% de la cosecha de soya y el 80% de la cosecha de arroz. No obstante, aún no se sabe con exactitud si la cosecha se vio afectada por las inundaciones y si la cantidad ya cosechada y almacenada en silos se vio comprometida.
Impacto fiscal
En cuanto a las cuentas públicas, los economistas señalan que Brasil ya atravesaba un momento delicado antes de las inundaciones. Ahora, el gobierno federal tendrá que proporcionar una importante ayuda financiera al estado. Se anunció un plan que se enviará al Congreso para suspender durante tres años el cobro de la deuda que el estado de Rio Grande do Sul tiene con el gobierno brasileño. La norma permitiría la creación de un fondo «contable» de US$2.141 millones al año para ayudar a reconstruir la infraestructura devastada.
La medida también incluye la condonación de los intereses de la deuda, con un impacto de US$2.336 millones. El gobierno federal ya había anunciado la semana pasada un paquete de medidas que podría alcanzar los US$9.928 millones. Esta semana el gobierno federal anunció una ayuda para la reconstrucción por valor de US$973 por familia registrada, lo que costará a las arcas US$234 millones.