El titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Mariano De Los Heros, anunció recientemente que se encuentra en estudio un posible beneficio destinado a los jubilados que han realizado aportes al sistema durante toda su vida laboral. «Hay una deuda pendiente con nuestros jubilados contributivos que han aportado 30 o 35 años y que merecen un reconocimiento a ese esfuerzo», expresó De Los Heros. Sin embargo, al ser consultados para obtener más detalles, desde el organismo relativizaron el anuncio: «No tenemos nada por ahora, es como dijo De Los Heros, se están analizando opciones, nada más», fue la respuesta.

En la actualidad, Argentina cuenta con 7,1 millones de adultos mayores que reciben una jubilación o pensión derivada de los aportes realizados por ellos mismos o por sus cónyuges fallecidos. Según los últimos datos del Boletín Estadístico de la Seguridad Social de la ANSES, correspondientes a septiembre, se contabilizan exactamente 7.141.882 beneficiarios, de los cuales 5.552.530 son jubilados y 1.589.352 son pensionados. Generalmente, las pensiones representan entre el 70% y el 80% de lo que sería la jubilación del fallecido.

Comparativamente, los beneficiarios actuales son más del doble de los que había en 2001, año marcado por una profunda crisis económica y social que culminó con la renuncia anticipada del entonces presidente Fernando de la Rúa. En aquel momento, los beneficiarios eran 3,3 millones.

Impacto de las moratorias en el sistema

El incremento en el número de jubilados y pensionados no se debe únicamente al aumento en la esperanza de vida, sino también a la incorporación de personas que ingresaron al sistema a través de alguna de las cuatro moratorias implementadas desde 2004. Actualmente, el 60% del total de beneficiarios, es decir, 4.299.928 personas, recibe una jubilación sin haber cumplido con los 30 años de aportes que establece la ley.

Solo el 40% restante, equivalente a 2.841.954 personas, completó los 30 o más años de aportes jubilatorios exigidos. Esto significa que apenas 4 de cada 10 jubilados o pensionados accedieron al beneficio cumpliendo plenamente con los requisitos legales. Son estos contribuyentes quienes podrían recibir el eventual «premio» que está considerando la ANSES.

En 2005, comenzaron a aparecer los primeros jubilados que no habían completado sus aportes, aunque ese año fueron menos de 5.000. A partir de 2006, el número fue incrementándose, y en 2007, hacia el final del gobierno de Néstor Kirchner y como resultado de la moratoria implementada, se registró un salto significativo que elevó la cifra a 1.386.446 jubilados y pensionados. Para 2015, último año de la presidencia de Cristina Kirchner, la cantidad superó los 3,2 millones. Actualmente, suman 4,3 millones las personas que cobran un haber tras haberse acogido a una moratoria.

Durante los primeros nueve meses de 2024, se otorgaron 308.667 nuevas jubilaciones ordinarias (sin contar las de invalidez). De estas, el 75% (232.022) fueron a través de moratorias, y solo el 25% (76.645 beneficiarios) contaba con la totalidad de los aportes requeridos.

Diferencias entre jubilados y pensionados

La necesidad de recurrir a una moratoria para acceder al beneficio ha sido mayor entre los jubilados que entre los pensionados. El 68% de los jubilados (3.794.963 personas) cobra mediante algún plan de regularización previsional, mientras que en el caso de los pensionados, solo el 32% (504.965 personas) utilizó esta modalidad para acceder al beneficio por la muerte de su cónyuge.

Por otro lado, el 32% de los jubilados (1.757.567 personas) y el 68% de los pensionados accedieron al sistema habiendo cumplido con los aportes exigidos por la ley.

Ingresos de quienes aportaron

De los 2,8 millones de jubilados y pensionados que completaron los 30 años de aportes requeridos, el 24% (678.961 beneficiarios) percibió haberes inferiores a $300.000 en septiembre. Este grupo incluye a casi medio millón de personas que ese mes cobraron la jubilación mínima de $234.540, sin considerar el bono de $70.000.

El 28% (806.236 adultos mayores) recibió una jubilación o pensión de entre $300.000 y $400.000. En este segmento se encuentran los 387.977 beneficiarios que percibieron la mínima más el bono, sumando un total de $304.540. En conjunto, el 52% de quienes cumplieron con los aportes exigidos por ley a lo largo de su vida laboral recibió en septiembre menos de $400.000. Un 10% adicional (275.234 beneficiarios) cobró entre $400.000 y $500.000.

Debido al achatamiento de la pirámide jubilatoria, resultado de la política del gobierno de Alberto Fernández de otorgar aumentos por decreto tras la suspensión de la fórmula jubilatoria en diciembre de 2019, la cantidad de jubilados y pensionados que cobran por encima del medio millón de pesos es cada vez más reducida. Solo el 7% (204.449 beneficiarios) del total percibe entre $500.000 y $600.000.

Mayores ingresos

Además, el 6% (157.605 beneficiarios) cobra entre $600.000 y $700.000; el 4% (126.796 personas) entre $700.000 y $800.000; casi otro 4% (101.522 beneficiarios) entre $800.000 y $900.000; y apenas 80.646 personas (el 3%) alcanzan un haber de hasta $1 millón.

Por encima de ese monto y hasta $2 millones, se encuentran 369.350 jubilados y pensionados, de los cuales solo 30.309 reciben el haber máximo establecido por ANSES, fijado en $1.578.233. Los que perciben montos superiores corresponden a quienes se jubilaron bajo ciertos regímenes especiales.

Según los datos oficiales, 41.151 jubilados o pensionados en Argentina cobran entre $2 y $15 millones mensuales a través de la ANSES, y únicamente 4 personas perciben más de $15 millones.

La moratoria vigente

Para acceder a la jubilación en el régimen general, se requiere que los hombres tengan 65 años y las mujeres 60, aunque pueden optar por continuar hasta los 65 si lo desean. Además, es necesario acreditar 30 años de servicio en relación de dependencia o como autónomo. El sistema jubilatorio argentino funciona bajo un régimen de reparto, donde las jubilaciones se pagan a partir de los aportes de los trabajadores en actividad y sus empleadores.

Hasta agosto pasado, según datos de la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, había 10,7 millones de trabajadores del sector público y privado aportantes al sistema, destinados a sostener a 7,1 millones de jubilados y pensionados. Debido a este desequilibrio, la ANSES requiere recursos adicionales provenientes de impuestos específicos asignados a la seguridad social y aportes del Tesoro Nacional.

La moratoria vigente actualmente fue aprobada por el Congreso en febrero de 2023 (Ley 27.705) durante la gestión de Alberto Fernández y entró en vigencia en marzo de ese año. La norma establece que, una vez que las personas que no cumplían con los 30 años de aportes obligatorios comienzan a recibir sus haberes, se les descuenta el 29% en concepto de pago de la deuda, en un plan de hasta 120 cuotas. Según estimaciones oficiales, esta medida permitiría incorporar al sistema a 800.000 personas que estaban en edad de jubilarse pero no contaban con los aportes suficientes.

Esta moratoria estará vigente hasta el 23 de marzo de 2025. A partir de esa fecha, quienes no hayan regularizado sus aportes no podrán hacerlo. La ley permite adquirir una unidad de pago previsional que equivale a un mes de aporte para ingresar al sistema jubilatorio, aunque posteriormente se cobra el haber mínimo.