El gobierno de Estados Unidos condenó este miércoles la negativa del régimen del dictador Nicolás Maduro a otorgar salvoconductos a seis opositores venezolanos que permanecen refugiados desde marzo en la Embajada de Argentina en Caracas, actualmente bajo la custodia de Brasil. Matthew Miller, vocero del Departamento de Estado, calificó esta postura como una grave violación de las obligaciones internacionales y un riesgo para la seguridad de la misión diplomática.

«Estados Unidos condena en los términos más enérgicos la continua negativa de Maduro y sus representantes a conceder un salvoconducto a las personas refugiadas dentro de la embajada», declaró Miller mediante un comunicado oficial. Además, subrayó que esta acción pone en peligro la seguridad tanto de la misión como de los refugiados, y exigió que se ponga fin al acoso contra la oposición democrática en Venezuela.

El contexto del asilo

Los opositores Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Omar González y Fernando Martínez Mottola ingresaron hace ocho meses a la sede diplomática argentina tras ser acusados por la Fiscalía chavista de planificar actos violentos para desestabilizar al régimen. Desde entonces, su situación ha sido motivo de tensión en el ámbito internacional.

El miércoles, una declaración conjunta firmada por Argentina, Estados Unidos y otros 13 países fue presentada ante la Organización de Estados Americanos (OEA). El texto exigió la concesión inmediata de los salvoconductos. Durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente, el canciller argentino Gerardo Werthein denunció «acciones de hostigamiento inaceptables» por parte del régimen venezolano.

Denuncias de asedio y restricciones

La embajada argentina en Venezuela ha estado bajo la protección de Brasil desde agosto, tras la expulsión de diplomáticos argentinos. Sin embargo, en septiembre, el régimen chavista revocó la autorización, acusando a los asilados de planificar actos terroristas.

En días recientes, Pedro Urruchurtu denunció a través de Instagram un incremento en el asedio policial alrededor de la embajada, iniciado el 23 de noviembre. También señaló cortes de agua, suministro eléctrico y restricciones en la entrada de alimentos. Por su parte, Diosdado Cabello, alto funcionario del chavismo, desestimó estas denuncias como una «farsa». Luego, difundió imágenes que, según él, evidenciaban la entrega de agua potable a la embajada.

Reacciones internacionales y próximas negociaciones

Brasil, aunque no firmó la declaración conjunta en la OEA, aseguró que su cancillería está negociando con Venezuela para lograr la concesión de los salvoconductos. «Es un tema de negociaciones de alto nivel», informaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.

Mientras tanto, la tensión crece a medida que se acerca el 10 de enero, fecha prevista para la toma de posesión del próximo presidente venezolano. Tanto Maduro como el legítimo presidente, Edmundo González Urrutia, reconocido por varios países y actualmente exiliado en España, planean jurar el cargo, aumentando la incertidumbre política en el país.