Muy lejos quedó la promesa de campaña que Alberto Fernández y Cristina hicieron en aquel spot de campaña de 2019. En él aseguraron que durante su eventual gobierno, las parrillas volverían a ser un ritual habitual en todos los hogares del país. Sin embargo, a día de hoy, el popular asado de los argentinos pasó a ser un menú prácticamente de élite. En los cuatro años de gestión del Frente de Todos, el tradicional corte vacuno, la tira de asado, trepó un 762%. De esta forma, el asado se volvió inalcanzable para la mayor parte de la población.

Según los informes mensuales del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), se observa que en noviembre de 2019, el precio del asado de tira en el AMBA era de $266,82 por kilo. Mientras que, en agosto de 2023, saltó a $2.509,5 por kilo. Es decir, un 940,5% más que en el momento de la publicidad electoral de los Fernández. Solo en el último año, desde agosto de 2022 al mismo mes de este año, el aumento de la carne de vaca en el AMBA se disparó un 124,9%.

En Tucumán el costo del asado promedia entre los $3.500 y $4.000. 

De acuerdo con el relevamiento del IPCVA, durante el octavo mes de 2023, los precios de los cortes de carne vacuna se incrementaron un 30,2%. Y, con este nuevo salto, la variación interanual trepó al 124,9%. El precio del pollo fresco, por su parte, subió un 16,1% en agosto 2023 con respecto a julio y un 118,2% interanual. En tanto, el precio del pechito de cerdo creció un 19,6% en el octavo mes de 2023 y un 105,4% en un año.

Según el estudio, en los barrios de nivel socioeconómico alto los precios de la carne de vaca subieron un 24,9%. En los de nivel medio, un 31,5%; y en los de nivel bajo, un 31,3%. Dentro de las categorías, en agosto, la carne de novillito registró un alza del 26%; la de vaquillona y ternera, un 36.1%; mientras que la de novillo se disparó un 39.8%. Asimismo, los precios de los animales livianos de consumo minorista aumentaron, en promedio, el 29.1% respecto del mes anterior.