Las claves para optimizar el presupuesto a la hora de renovar el baño y la cocina
Los costos de renovar interiores han experimentado un aumento significativo, reflejando un alza de casi el 230% interanual según el Índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO). Sin embargo, en los últimos cuatro meses se observó una desaceleración, acumulando un estimado del 18% de incremento, coincidiendo con la reducción de la inflación.
María del Mar Danuzzo, encargada de Bercomat, explicó que los precios para remodelar un baño pueden variar considerablemente. «Los costos oscilan entre USD 2.000 y USD 10.000, dependiendo del tamaño y las terminaciones deseadas». Este rango se ve influenciado por la necesidad de cambiar cañerías internas, un aspecto costoso debido al aumento de materiales como cobre, bronce, acero inoxidable o plásticos de alta resistencia, muchos de ellos importados.
En el caso de las cocinas, los gastos pueden llegar hasta los USD 20.000, representando un desafío para quienes buscan incorporar las últimas tendencias en diseño, mobiliario, grifería y electrodomésticos. Estos montos no solo incluyen la compra de materiales, sino también la mano de obra y otros gastos adicionales como impuestos y permisos.
Un baño estándar, sin considerar la mano de obra, puede costar alrededor de $800.000. Este presupuesto contempla elementos básicos como sanitarios, bañera y cerámicas. «El costo total para un baño completo, sin incluir la mano de obra, comienza alrededor de los $800.000. Esto se desglosa en $750.000 por los combos de sanitarios, griferías, bañera y espejo, más $45.000 en cerámicos y los costos asociados con los pegamentos y pastinas», detalló Danuzzo.
Tomando como ejemplo un baño de 2 x 2,5 metros, se necesitarían cubrir aproximadamente 10 metros cuadrados entre piso y paredes. El costo adicional por estos materiales sería de $45.000, calculando $4.500 por metro cuadrado para los cerámicos, incluyendo pastina y pegamento.
Aumento en los costos de mano de obra
En agosto de 2024, según el convenio de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), un oficial albañil especializado percibía $35.730 por jornada laboral de 9 horas. Sumando el salario de un medio oficial ($29.061) o de un ayudante ($26.028), los costos diarios de mano de obra pueden oscilar entre $60.000 y $90.000. Por lo tanto, en una reforma sencilla que tome 30 días, estos gastos pueden superar los $3.000.000, sin incluir trabajos de plomería, electricidad, carpintería y materiales.
Las escalas salariales fueron actualizadas en junio de 2024 y se mantendrán al menos hasta septiembre. Este incremento en los costos laborales es un factor clave a considerar al planificar una remodelación.
Beneficios de renovar baños y cocinas
A pesar de los elevados costos, las ventajas de actualizar estos espacios son significativas. Mejorar la funcionalidad, modernizar el diseño interior y aumentar el valor de la propiedad hasta en un 20% son algunos de los beneficios destacados. Una planificación detallada y la elección de materiales adecuados pueden resultar en mejoras tanto en la calidad de vida diaria como en el aspecto financiero a largo plazo.
«Anticipar la compra de griferías, sanitarios y mobiliario puede ser una estrategia eficaz para evitar incrementos de precios derivados de la inflación. Asimismo, elegir materiales con una buena relación costo-beneficio y considerar realizar algunas tareas por cuenta propia son métodos útiles para optimizar el presupuesto», sugirió Danuzzo.
Se recomienda solicitar múltiples cotizaciones antes de comenzar un proyecto y aprovechar descuentos y promociones en fechas especiales, como el Hot Sale, para reducir gastos.
Consejos adicionales para optimizar el presupuesto
Es fundamental tener en cuenta gastos adicionales como impuestos, permisos municipales y posibles costos de importación de ciertos materiales. La variabilidad regional en los precios de la mano de obra también puede influir en el presupuesto total. Para quienes disponen de ahorros, aprovechar sistemas de acopio para congelar precios puede ser beneficioso. «Este sistema permite avanzar con la obra manteniendo el precio actual y retirar los materiales hasta un año después. Brindando así, una ventaja considerable en un contexto inflacionario», destacó Mariana Lucángeli, arquitecta y experta en Real Estate.