A pesar de la caída sostenida en los precios del litio, las empresas mineras en Argentina mantienen un ritmo constante de inversiones y expansión. Este fenómeno refleja la importancia estratégica del mineral en la transición energética global, un mercado dominado por la demanda de tecnologías limpias y la descarbonización.

El litio, conocido como el “oro blanco”, registró un importante descenso en sus valores desde los picos alcanzados a fines de 2022. Según un informe de la Secretaría de Energía de la Nación, el precio promedio de la tonelada de carbonato de litio en el mercado asiático, el más grande del mundo para este recurso, fue de USD 10.502 en diciembre de 2024, un 35,3% menos que en el mismo mes del año anterior. El precio promedio anual en 2024 fue de USD 12.526, marcando una caída del 68,2% respecto a 2023.

El descenso responde a un superávit de producción global, lo que ha limitado las presiones alcistas. Sin embargo, el interés por la transición energética y las tecnologías limpias sigue proyectando una recuperación en los precios a mediano plazo, según los análisis oficiales.

Las inversiones continúan a pesar del contexto

Pese a los precios bajos, las empresas mineras no han detenido sus proyectos en Argentina. Por el contrario, se apoyan en incentivos como el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) para avanzar. Entre los ejemplos más destacados se encuentra Río Tinto, que anunció una inversión de USD 2.500 millones en su proyecto Rincón, en Salta. Este plan busca expandir la capacidad de producción a 60.000 toneladas anuales de litio de grado batería, un paso significativo hacia la consolidación de Argentina como un actor clave en el mercado global del litio.

Por otro lado, Exar, una alianza entre Ganfeng Lithium, Lithium Argentina y JEMSE, superó su objetivo de producción anual en 2024, alcanzando las 25.000 toneladas de carbonato de litio. Su planta en el Salar Cauchari-Olaroz tiene una capacidad instalada de 40.000 toneladas anuales, consolidándose como una de las operaciones más importantes en Sudamérica.

Expansión y sostenibilidad

La australiana Galan Lithium también ha dado pasos importantes con la aprobación de su expansión en el proyecto Hombre Muerto Oeste, en Catamarca. Este desarrollo permitirá una capacidad de producción de hasta 21.000 toneladas de carbonato de litio anuales. La empresa destacó la rentabilidad del proyecto incluso en el contexto actual de precios bajos, gracias a su clasificación en el primer cuartil de costos de la industria, según Wood Mackenzie.

Además de ser competitivo en términos económicos, el proyecto se caracteriza por un bajo impacto ambiental, utilizando tecnologías de evaporación convencional que minimizan el consumo de agua y energía, y reducen la huella de emisiones de gases de efecto invernadero.

Un motor para la economía argentina

El desarrollo del sector del litio en Argentina se ha convertido en un pilar estratégico para la economía, especialmente en regiones como Salta, Jujuy y Catamarca, donde se concentran los principales proyectos. Estas inversiones no solo generan empleo y desarrollo local, sino que también posicionan al país en un lugar destacado en el mercado internacional.

A pesar de los desafíos que plantea la fluctuación de precios, la apuesta de las mineras por mantener y ampliar sus operaciones es un indicador de confianza en el potencial del litio argentino. Con el respaldo de políticas públicas adecuadas y la demanda creciente impulsada por la transición energética global, el sector parece estar bien posicionado para aprovechar el repunte de los precios que se proyecta en los próximos años.