En el último tramo del año, el Gobierno logró destrabar algunos puntos importantes para la negociación de la deuda. Las variables positivas, la baja del riesgo país y el bajo monto de los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), le sacó algo de presión al equipo económico, que podría negociar los vencimientos con menos urgencia. No obstante, la acumulación de pagos mantiene la presión sobre la Argentina, que deberá cumplir la negociación de casi 25 millones de dólares en el año entrante. En ese contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, evalúa posibles acuerdos y desembolsos que ayuden a negociar la deuda.

Los vencimientos con el FMI ascienden a USD 3.000 millones. De estos, sólo la mitad operan entre enero y julio, cifra que permitiría concretar un mejor acuerdo. La cuenta total del año que viene, incluye USD 2.700 millones en capital, USD 1.500 millones de intereses de Bonares y Globales a principios de año. También se deben sumar los Bopreales. Los bonos en dólares y el vencimiento con el propio Fondo totalizan USD 15.300 millones. El Gobierno buscaría despejar este pago con o sin el acuerdo con el FMI. Sin embargo, la cuenta continúa. Se deben agregar vencimientos con otros organismos por USD 4.000 millones. También se suma el pago a China por USD 2.850 millones y la deuda provincial por un total de USD 2.645 millones. La cifra final rosa los 25 millones de dólares.

En medio de las negociaciones, Caputo destacó que la buena sintonía con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, habilitaría nuevos acuerdos que antes parecían difíciles de concretar. El escenario ideal para el Gobierno sería la habilitación de fondos frescos del FMI en tiempo y forma. De este factor deprende principalmente el levantamiento del cepo cambiario y la atracción de nuevos inversores. Sin embargo existen apremios por fuera de los vencimientos con el Fondo.

Canje de deuda

Pese a las variables positivas, aún resulta difícil pensar en una refinanciación de esos títulos, sin embargo sería el único camino si la oposición rechaza en el Congreso el DNU por el cual el Gobierno queda habilitado a realizar un canje de deuda que logre postergar esos vencimientos. En ese sentido, el acuerdo con el FMI resulta elemental para la baja del riesgo país y la vuelta al mercado internacional. Por el contrario, si el oficialismo logra sostener el DNU y avanzar en un acuerdo con el Fondo, la salida del cepo cambiario se vuelve algo más cercano y despertaría el interés de los inversores.