
De qué depende la reactivación de la economía con el escenario de la inflación en baja

A las recientes noticias de las expectativas positivas en economía sobre el levantamiento del cepo cambiario, se vislumbraron otros datos alentadores. Entre ellos, destaca la notable desaceleración de la inflación, especialmente en el sector alimentario, según reportes tanto privados como oficiales.
Uno de los indicadores más destacados proviene de la consultora LCG, que reveló una subida de precios de alimentos inferior al 1% durante dos semanas consecutivas. Un hito que no se observaba desde agosto del año anterior. Otros análisis privados, como el de C&T, también muestran un panorama optimista, con una inflación en marzo alrededor del 11,6%. Principalmente, debido a la desaceleración en alimentos y bebidas.
El equipo económico de Milei también comparte esta visión, estimando que la inflación de marzo mantuvo en cifras de un solo dígito. Específicamente, en el núcleo que no está afectado por factores estacionales ni desregulaciones de precios y tarifas. Aunque se espera que este logro se consolide en el futuro, es evidente que la inflación está en una tendencia claramente descendente.
En contraste, el panorama económico es menos claro en términos de actividad, que ha experimentado una caída significativa, siendo esta la principal causa del freno en la inflación. Sin embargo, un dato positivo indica que en febrero la economía dejó de caer según las estadísticas de la consultora OJF. Aunque es prematuro afirmar que la actividad ha tocado fondo, este indicio sugiere una posible recuperación.
A pesar de estos avances, existe un factor clave que podría complicar la situación: el dólar. Mientras que la inflación baja, el Banco Central (BCRA) acumula reservas y la brecha cambiaria se mantiene bajo control, el atraso cambiario podría convertirse en un obstáculo para una recuperación económica sostenible. La falta de ajuste del dólar frente a la inflación podría desincentivar inversiones, exportaciones y generar problemas en la economía real.