«Magia y satisfacción de estar haciendo lo que más amo en este mundo». Así describe Franco Gamarra su pasión sobre el escenario. Emocionado y cargado de energía, el vocalista de Cuga Band relata a corazón abierto los gigantes pasos del grupo musical que hizo palpitar al Teatro Municipal Rosita Ávila el pasado sábado. La noche del Abasto se vistió de fiesta con esta banda tucumana que acapara la atención y celebra ya su cuarto aniversario. El proyecto que nació entre amigos se convirtió en una propuesta sólida de la nueva oleada tropical y abraza la movida tucumana con sus shows a pura alegría. Tras una celebración soñada, la banda prepara un fin de año cargado de recitales y promete un 2025 a pleno.

En diálogo con Vové Tucumán, el líder del conjunto contó sus sensaciones sobre este cuarto aniversario. Luego de mucho esfuerzo y dedicación, el festejo se vivió con total euforia en la Capital provincial. «Ha sido algo totalmente emocionante, lleno de sentimiento por todos lados. La verdad que haberlo festejado en un teatro de esa envergadura ha sido un placer total; con nuestra familia, nuestros amigos presentes, gente que nos sigue en los shows», relata Franco. «Estamos muy contentos sobre todo por el show que hemos dado, por cómo ha estado la gente, bailando, gritando, nuestra familia llorando, ese abrazo con la familia post show. Eso no tiene explicación alguna, es amor puro. El abrazo de la vieja, del viejo, de los hermanos, de los amigos, es algo que no se puede comparar ni comprar con nada», sostiene Franco

Música y amistad

La banda está conformada por seis músicos y un equipo de sonidistas a los que Franco, la voz principal de la banda, considera una «hermosa familia». Marcos Cruz (Marcusa) en teclado, Fabricio Cusumano en bajo, Mauro Gorosito en timbales, Fernando Herrera en el octapad y Emiliano Vega en guitarra completan el ‘dream team’ cumbiero sobre el escenario. El conjunto tiene la asistencia de los sonidistas Víctor Lescano, ‘Sopa’, Sergio y otros colegas que forman un equipo infalible en cada show.

«Cinco años atrás, tres de los integrantes que estamos actualmente en Cuga compartíamos otra banda. Surgió que a uno de los chicos lo llamaron para cantar en un bar, y como él no canta (es percusionista) me llamó a mi. Me preguntó si me animaba y le dije que si. Recuerdo que estábamos en plena pandemia (noviembre del 2020) y tocamos en un bar en barrio Sur. A la gente le gustó tanto que nos empezaron a llamar de otro eventos, eventos más grandes, de acá para allá. Tuvimos que ir agrandando la familia para poder abarcar todos», cuenta el cantante.

Un cierre de año movido

«Ahora se viene el mes más fuerte de la temporada», comenta Franco. Entre cenas empresariales, casamientos, boliches y el armado de giras por Córdoba, Salta y Jujuy, la banda tendrá una entretenido período de recitales para compartir con sus seguidores. «Estamos ansiosos de que lleguen cosas hermosas, así que feliz, peleándola. Peleando las puertas se abren si o si», afirma. «La verdad que cuando uno mira hacia atrás y ve todo lo que ha logrado en estos cuatro años es algo muy emocionante. No dimensionábamos todas las cosas que estábamos logrando en tan poquito tiempo. Lo fuimos asimilando con el pasar del tiempo», expresa Franco con orgullo por su banda.

«Es emoción pura saber que estamos haciendo las cosas correctamente, que estamos yendo por el buen camino. Hemos tenido momentos muy buenos, otros no muy buenos, pero eso nos ayudó a aprender, a crecer, a saber qué es lo que queremos, saber a dónde queremos apuntar y no volver a cometer los mismos errores. Al principio arrancó como un hobby. Hoy en día, lo hacemos por diversión pero también como un trabajo, entonces se disfruta mucho más. La gente lo reconoce, le gusta mucho, tanto el profesionalismo como lo musical y lo humano. Nos encanta cuando la gente se acerca, no importa si son diez diez o veinte mil personas, disfrutan y están en su mundo», apunta.

Magia

«La música representa absolutamente todo en mi vida. Mi papá me estaba recordando que cuando era chico y cumplí cuatro años me regalaron una guitarra y un micrófono de juguete. No me los sacaba en ningún momento. Tocaba todo el tiempo y cantaba canciones cada dos por tres. Era era el show de la familia», recuerda el artista. «Arriba del escenario siento magia, me olvido de absolutamente todo. Estoy en mi mundo y disfrutando con hermanos. Mirar a un costado y ver a mis amigos que están sonriendo todo el tiempo, ver hacia adelante la gente que bailando, divirtiéndose, cantando, creo que es algo que solamente lo podemos describir los que estamos allá arriba. Eso es lo que me genera, magia y satisfacción de estar haciendo lo que más amo en este mundo», cierra el músico.

Franco Gamarra, vocalista de Cuga Band