Ayer Mirtha Legrand fue por un chequeo rutinario al Mater Dei, pero los resultados no fueron los esperados y quedó internada. Desde hace una semana ciertos valores no estaban bien. A eso se le sumó que no pasó una buena noche y esto hizo que su médico de confianza fuera a su casa. Al necesitar estudios muchos más complejos, la trasladaron al sanatorio.

Cuando llegó le realizaron una batería de estudios y, según el parte oficial, “a las 17 horas se le realizó una cinecoronariografía encontrándose una obstrucción coronaria, que se resolvió con la colocación de dos stents”.

En ese sentido, se informó que se recupera favorablemente y que luego del quirófano la trasladaron a una habitación común, sin necesidad de que quedara en terapia intermedia. Según contó un periodista en A24, la llegada de la diva generó un revuelo en el personal.

Mirtha tiene una sala de preferencia que es la que acondicionan cuando tiene que permanecer por algunos días. La última vez que la usó fue en 2019, cuando la operaron de una brida abdominal. Apenas se supo de su llegada, el personal del lugar se enfocó en dejar el reciento impecable.

En este caso, las condiciones son similares. Se trata de un lugar amplio, en el que está tranquila y puede estar acompañada de los suyos, sin tener que cruzarse con otros pacientes.

Por otro lado, de acuerdo al comunicado de StoryLab, la productora de Nacho Viale, se conoció quienes son las personas que están a su lado. En este momento, y hasta que le den el alta, su hija Marcela Tinayre y su nieta, Juana Viale, son quienes la están apoyando y atentas a las necesidades de Mirtha.