El Gobierno busca llevar calma al mundo financiero. En los últimos días se asentó el tensión en torno a la cotización del dólar y la brecha cambiaria cercana al 60%. A pesar de los recientes anuncios en materia económica, la jornada de hoy inició con una tendencia a la baja para los bonos y el riesgo país subió levemente hasta los 1541 puntos. En ese marco, el presidente Javier Milei y el ministro de EconomíaLuis Caputo, dieron inicio a la nueva fase del programa económico. El Gobierno aplicará una política de emisión cero, congelamiento e incluso reducción de la base monetaria, en caso de caída en las reservas de dólares. De este modo, el Banco Central esterilizará la emisión de pesos por compras de dólares en el mercado de cambio a través de la venta de divisas en el mercado de valores.

El Ejecutivo propuso cerrar los cuatro “grifos” de emisión: el déficit fiscal, los intereses generado por los “pasivos remunerados” del Banco Central, los “puts” y la emisión de pesos por compra de dólares del Banco Central en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) con el fin de congelar el nivel de la Base Monetaria.

Esterilización de pesos

A partir de hoy, el Banco Central buscará corregir los excedentes y déficits de liquidez través de la operatoria de venta de divisas en el mercado de valores. Así, afrontará la emisión monetaria que le demanda la compra de dólares en el mercado de contado de la plaza mayorista. De este modo, si el BCRA emite $92.300 millones por la compra de USD 100 millones en el mercado mayorista o MLC (Mercado Libre de Cambios), luego procederá a revender divisas en el mercado de valores, vía la operatoria del Contado con Liquidación (CCL), por el mismo valor. Como en el presente la brecha cambiaria entre ambas cotizaciones supera el 50%, el Banco Central quedaría con un saldo a favor en dólares por la diferencia.

Con un CCL a $1.430 pesos, el BCRA debería vender en el mercado de valores unos USD 64,5 millones para captar de los privados los iniciales $92.300 millones emitidos, y podría quedarse con la diferencia por el arbitraje de USD 35,5 millones que reforzarán las reservas bajo «emisión cero».

Cómo opera el “contado con liqui”

En la Bolsa de Comercio, la forma de comprar dólares es a través de activos bursátiles. El elegido, dada su gran liquidez, es el bono Bonar 2030 (AL30), que cotiza en simultáneo en pesos y dólares. La cotización del CCL, justamente es el resultado de dividir el precio en pesos de una acción o título público por la cotización en dólares del mismo papel.

Cualquier agente de mercado, en este caso el Banco Central, puede comprar AL30 con dólares. Entrega las divisas, en el caso del ejemplo, USD 64,5 millones, y recibe a cambios los bonos AL30. Luego, la entidad puede revender esos mimos bonos contra pesos a la paridad del “contado con liqui”, por los cuales recibirá $92.300 millones las contrapartes, las cuales se quedarán con los títulos, mientras que el Central recuperará los pesos emitidos originalmente para intervenir en el mercado de cambios. Al retirar del circuito estos pesos, queda neutralizado su eventual efecto inflacionario, pues no habrá variación en la Base Monetaria.

CCL y bonos AL30

El Gobierno buscará sobre abastecer de dólares a la plaza del CCL. Al comprar bonos AL30 con divisas, vuelca dólares en este mercado donde ingresa el 20% de las liquidaciones de la agroexportación. Esto se da bajo el esquema de “dólar blend” vigente desde diciembre de 2023. Esto debería traer como consecuencia una sensible suba en el precio en dólares del Bonar 2030 (AL30C y AL30D). Al vender este bono contra pesos, el BCRA debería presionar a la baja de la cotización del mismo en moneda local. Si el AL30 cae en pesos y sube en dólares, el precio del CCL debería ser más bajo y, por lo tanto, reduciría la brecha cambiaria. Esto también arrastraría la baja del dólar “blue”, dado que las operaciones de los dólares alternativos se intercomunican.