El anuncio que realizó en la mañana del viernes el intendente de La Plata, Julio Garro, a través de su cuenta de Twitter, de dejar de utilizar el barbijo de manera obligatoria y hacerlo optativo en colectivos, comercios y edificios públicos de la administración local, generó un fuerte rechazo del Gobierno de la provincia de Buenos Aires abriendo una grieta sobre el uso de la mascarilla.

El mismo informaba que desde la semana que viene dejaría de ser obligatorio el uso del barbijo para el transporte público, los comercios y las oficinas municipales de la capital bonaerense. También que las mascarillas serían optativas para “toda actividad pública o privada en el Partido de La Plata”.

Rápidamente desde el Gobierno de Axel Kicillof salieron a criticar esta medida, recordando además que “en el territorio bonaerense la competencia primaria en salud es provincial”. El propio ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, rechazó esta posibilidad en el corto plazo y, en diálogo con Radio Provincia, aseguró que “es momento de ser cautelosos y observar, ya que si bien los casos están controlados, en algunos lugares del mundo estamos viendo nuevas olas”.

Para finalizar, desde la cartera sanitaria bonaerense aseguraron que “este tipo de definiciones unilaterales y sin argumentos lo único que hacen es atentar contra la salud de las y los ciudadanos”, y que “la decisión no tiene ningún tipo de razón en este momento”.