Rafael Nadal desplegó su mejor versión para derrotar a Novak Djokovic por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (7-4) en 4 horas y 12 minutos de acción. De esta manera el astro español se mete en una nueva instancia decisiva de Roland Garros, que ya lo tiene como máximo ganador.

El español comenzó en un nivel sobresaliente y dominó con autoridad el tramo inicial del partido, en el que se lo vio sólido y agresivo con sus tiros desde el fondo de la cancha. Además, también parecía estar un paso más rápido que su rival.

El serbio, tras perder 6-2 el primer set y comenzar 3-0 abajo el segundo, reaccionó y niveló el encuentro. Se sintió más cómodo con su saque y empezó a calibrar sus golpes, a la vez que Rafa ya no pudo sostener su intensidad y precisión. De esta manera, «Nole» emparejó las acciones al quedarse con el segundo parcial por 6-4.

Sin embargo, el mallorquín recuperó el nivel que había mostrado en el inicio y volvió a tomar la iniciativa del juego. El serbio dio pelea en los primeros games, pero luego dio la sensación de comenzar a pensar en el set siguiente y Nadal no tuvo dificultades para cerrarlo por 6-2.

En la cuarta manga, Djokovic salió dispuesto a asumir el protagonismo. Obtuvo los primeros tres juegos y llegó a estar al frente por 5-2. No obstante, desde ese momento no volvió a ser el mismo. Rafa percibió esta situación, logró recuperar su servicio y finalmente se impuso en el tiebreak por 7-4.

Al margen de los altibajos del número uno del mundo, Nadal redondeó una de sus mejores actuaciones en mucho tiempo y demostró que todavía está vigente. En semifinales se medirá ante Alex Zverev, número tres del mundo, que viene de vencer a Alcaraz.