El argentino Diego Schwartzman no ocultó su enorme satisfacción por haber alcanzado hoy la final del Argentina Open, aunque advirtió que los festejos son mesurados porque le queda «el partido más difícil de todos», en alusión a la definición de mañana ante el noruego Casper Ruud.

«Es muy emocionante lo que estoy viviendo, pero tengo claro que el torneo no terminó todavía. Me queda el partido más difícil de todos, mañana, ante el mejor jugador del cuadro», analizó el «Peque» en su primer contacto con los medios de prensa.

Schwartzman, 15to. en el ranking mundial de la ATP, logró dos victorias en esta jornada, la primera sobre el también argentino Francisco Cerúndolo (107) por 3-6, 6-2 y 7-5, en el cruce de cuartos de final que estaba inconcluso desde anoche por lluvia, y luego le ganó en semifinales al italiano Lorenzo Sonego (22) por 7-5, 3-6, y 6-2.

El argentino intentará este domingo retener el título en Buenos Aires ante el noruego Casper Ruud (8), quien venció en la otra semifinal al azuleño Federico Delbonis (42) por 6-3 y 6-3.

«Hice un gran esfuerzo físico, así que ahora quiero descansar bien, recuperarme y estar listo para otro partido durísimo mañana», analizó Schwartzman.

En cuanto a su victoria sobre Sonego, admitió que incurrió en altibajos que lo complicaron. El partido parecía liquidadl cuando ganaba pero su rival reaccionó con seis juegos seguidos y estiró la definición hasta el tercer parcial.