El Gobierno nacional concluyó noviembre en un ambiente financiero de optimismo, logrando avances significativos en el plan económico del ministro Luis Caputo. Sin embargo, en el frente externo persisten señales de alerta: la comunidad financiera internacional está atenta a la devaluación del real brasileño y a la debilidad de los precios de los commodities, factores que podrían ejercer presión sobre el esquema económico.

La estrategia de Caputo, que tiende a acentuar el déficit de la cuenta corriente debido a la apreciación cambiaria, enfrenta presiones adicionales. La depreciación del real brasileño, la moneda del principal socio comercial de Argentina y el principal destino de los turistas argentinos, ha generado inquietud. El real se depreció un 3,5% en la última semana, llevando al dólar a superar los 6 reales por primera vez, y el peso chileno perdió un 8,8% en el último bimestre. Estas devaluaciones impactan negativamente la competitividad de las exportaciones argentinas y complican la importación de bienes desde Brasil, especialmente en sectores como el automotor y el autopartista, estrechamente vinculados al país vecino.

Además, la caída de los precios de los commodities añade presión sobre el esquema económico argentino. El precio del aceite de soja, que representa el 40% de los envíos al exterior de productos primarios y manufacturas agropecuarias, disminuyó un 1,1% en la última semana y un 8,1% desde principios de mes. Aunque otros commodities mostraron mejores desempeños, el promedio ponderado de los precios de exportación se contrajo un 0,8% en la última semana y retrocedió un 6,5% en el mes, según el Banco Provincia.

Alarmas encendidas

La preocupación sobre la depreciación del real y la caída de los commodities ha llevado a que Caputo vigile de cerca estos factores externos. El impacto de estas variables podría ejercer presión adicional sobre la estabilidad cambiaria y el flujo de divisas hacia Argentina, afectando tanto al sector turístico como a la industria manufacturera. El fortalecimiento del dólar, impulsado por posibles subidas de aranceles por parte de Estados Unidos, podría intensificar aún más la depreciación de los commodities y reducir el ingreso de agrodólares al país.

En medio de estos desafíos, el debate económico se centra en los próximos pasos a seguir. Una de las principales cuestiones es la eventual eliminación del dólar blend. Con una apreciación cambiaria actual, se espera que el Gobierno eventualmente suelte el régimen que permite intervenir indirectamente sobre la brecha cambiaria. Esto podría llevar a una mayor desincentivación de los inversores en el “carry trade”, uno de los pilares del plan de Caputo para sostener el flujo de divisas.