El angustiante pedido de justicia de una familia, llena de tristeza las paredes del Hospital de Niños. Fabrizzio, de apenas 13 años, hace ya más de un año permanece en estado vegetativo en la terapia intermedia del nosocomio. Alejandro Cabrera, papá de Fabrizzio, pide justicia en las inmediaciones del Hospital.

Fabrizzio ingresó por sus propios medios a la guardia del Hospital con una apendicitis aguda y hoy se encuentra internado en estado vegetativo.

«El entró el día 29 de Junio de 2020 a la guardia con un dolor abdominal», relata el papá. Al día siguiente le hicieron una ecografía y sin parte médico, se determina que necesitaba cirugía. Entró a quirófano el día 30 alrededor del mediodía y salió tres horas más tarde. Los padres cuando entraron a verlo, lo notaron con un color extraño.

«Salió en un estado deplorable, morado, de un color prácticamente muerto», relata Alejandro. Cuando le consultaron qué había sucedido, una enfermera respondió: «es la anestesia, papá, es espere un momentito que ya se va a recuperar», recuerda Cabrera.

En la sala de cirugía, Fabrizzio hizo un gesto como de sentarse, le grité a la enfermera «él no respira, mi hijo está muerto». Pese al pedido de auxilio, el personal continuaba asegurando que era un efecto de los fármacos hasta que una paciente internada en la sala ejecutó lo que significaría la primera reanimación del niño.

Hoy, después de haber transitado por toda la delicada situación de su hijo, Alejandro sabe que ése fue el primero de cinco paros cardíacos que tuvo Fabrizzio antes de ser ubicado en Terapia Intensiva. Durante el tercer episodio fue medicado con adrenalina para sacarlo del paro. Pese a ello, tuvo dos cuadros más y hasta el día de hoy permanece en la institución, sin cambios.

«Yo estaba pidiendo fuertemente saber quién era el médico, los médicos y las enfermeras dijeron que el médico se fue. Tuvo una emergencia familiar y se fue», rememora el papá con evidente turbación. Fabrizzio cumplió ayer 13 años y también cumplió ya el año y tres meses desde que ingresó al Hospital de Niños.

Hace más de un año que están peleando por conocer la verdad de lo sucedido. La familia ya iniciaron acciones legales, y en la junta médica declararon que «Fabrizzio era una criatura obesa, discapacitada. Si era una criatura obesa ¿por qué no entregaron el electro del corazón?», se pregunta Alejandro. «Ellos nunca le hicieron ningún análisis, ningún estudio. Lo metieron a quirófano sin nada al quirófano, sin saber lo que él (su hijo) tenía».

Hoy el niño de 13 años permanece en terapia intermedia con estado vegetativo, «el día que le fallen los medicamentos, él va a estar sin vida porque todo lo que mantiene a su corazoncito son los medicamentos que le están poniendo», contó perturbado.

La familia denuncia además que la historia clínica fue alterada «le borraron la hora en la que entró al quirófano», señaló. Apunta contra las autoridades sobre este hecho, la directora Cristina García de Alabarse y el subdirector Cristian Villalonga «quisieron cambiar la historia clínica», denuncian.

Alejandro no entiende por qué los profesionales involucrados tienen derecho a trabajar mientras que «Fabrizzio ha perdido el derecho a la vida, no tiene futuro. Se ha destruido una familia completa por culpa de los médicos de este hospital», se lamentó el papá.