Los All Blacks devolvieron el golpe y vencieron a Los Pumas por 42 a 10 en Auckland
Tras el histórico triunfo de Los Pumas en Wellington por 38 a 30 en el debut del Rugby Championship, el equipo argentino se enfrentó nuevamente a los All Blacks en el Eden Park, una fortaleza de Nueva Zelanda donde los locales no pierden desde 1994. Este estadio, testigo de 50 partidos invictos desde su última derrota ante Francia, volvió a ser el escenario de otra contundente victoria para los neozelandeses. Y es que los hombres de negro derrotaron a Los Pumas por un apabullante 42 a 10.
Argentina llegó a este enfrentamiento con la esperanza de repetir la hazaña de la semana anterior, realizando cuatro cambios en su formación, todos en el pack de forwards. El capitán, Julián Montoya, volvió a liderar al equipo tras recuperarse de una lesión. Mientras que Joaquín Oviedo, Lucio Sordoni y Marcos Kremer completaron las modificaciones. El banco de suplentes también sufrió alteraciones, con un esquema de cinco forwards y tres backs, en contraste con el 6/2 que utilizaron en el primer partido.
Un primer tiempo plagado de errores
El inicio del partido fue dominado por los All Blacks, quienes desde el primer minuto arrinconaron a Los Pumas en su propio campo. Dos errores de manejo por parte de los argentinos permitieron que los locales tomaran el control del juego. De esta manera, abrieron el marcador con un try de McKenzie tras una patada corta de Jordie Barrett. A pesar de un penal convertido por Santiago Carreras, que acortó la distancia a 7-3, la Argentina continuó cometiendo errores. Lo que permitió a Nueva Zelanda ampliar rápidamente su ventaja con tres tries más en la primera media hora de juego.
La desconexión del equipo argentino era evidente, y los All Blacks aprovecharon cada error para convertir en puntos, cerrando la primera mitad con un contundente 35 a 3 tras cinco tries.
Un segundo tiempo sin sorpresas
La segunda mitad comenzó de manera similar, con Nueva Zelanda apoyando otro try en el primer minuto para extender su ventaja a 42-3. Los cambios realizados por Los Pumas atenuaron ligeramente el dominio local, pero los ataques argentinos continuaron siendo ineficientes y sin profundidad.
Aunque hubo algunos intentos de reacción por parte de Argentina, estos no prosperaron debido a fallas tanto colectivas como individuales. Fue recién en los últimos minutos cuando el cordobés Juan Cruz Mallía logró descontar para Los Pumas, dejando el marcador final en 42 a 10.
El partido finalizó con una amonestación para Aumua por un golpe peligroso sobre Mateo Carreras, aunque el resultado ya estaba definido mucho antes. Los All Blacks, fieles a su historia, recuperaron su nivel y se llevaron una victoria contundente, mientras que Los Pumas no pudieron repetir la hazaña de la semana anterior y se marcharon de Auckland con una dura derrota.