El día de ayer el Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta amarilla por fuertes lluvias y granizo que castigarían el norte del país, incluyendo Tucumán. En la ciudad la primera lluvia se registró cuando caía la tarde, en el interior se dio dieron más temprano.

Luego de una jornada de 33 grados la lluvia llegó a la provincia y no solo cayó agua, sino también granizo. Tal es el caso de El Cadillal, que fue azotado por fuertes ráfagas de viento, pedriscos de hielo y una gran cantidad de agua.

«El área será afectada por lluvias y tormentas, algunas localmente fuertes acompañadas de granizo, ráfagas, y abundante caída de agua en cortos periodos», decía el anuncio del SMN. Lamentablemente Ranchillos, vivió la alerta completa y tiene las calles anegadas de agua, imposibles de transitar.

Vecinos del lugar manifestaron que fue imposible salir de sus casa para concurrir a sus trabajos. «No se puede circular ni en auto, ni moto. Siempre es lo mismo en Ranchillos cuando llueve», contó David a esta redacción.