Hace más de 3.000 años, una espada con la inscripción de Ramsés II fue depositada en el delta del Nilo y, sorprendentemente, aún conserva su brillo. El descubrimiento fue realizado en la antigua fortaleza de Tell Al-Abqain, situada cerca de Alejandría, por arqueólogos del Ministerio de Antigüedades de Egipto. La espada, elaborada en bronce, fue hallada entre diversos artefactos, y a pesar del tiempo transcurrido, los detalles de la cartela del faraón permanecen visibles.

Ramsés II, uno de los faraones más poderosos del Antiguo Egipto, gobernó entre 1279 y 1213 a.C. y fue conocido por su destreza militar y su extenso programa de construcción. Según los expertos, este hallazgo es inusual porque la espada fue descubierta en un lugar de trabajo y no en una tumba. Lo que sugiere que perteneció a alguien de alto rango militar.

Además de la espada, los arqueólogos desenterraron una serie de objetos cotidianos, como hornos, collares y un aplicador de kohl. Lo que proporciona más información sobre la vida diaria de los soldados egipcios de la época. También se hallaron restos de comida y armas, lo que revela cómo funcionaban las cantinas militares.

Este descubrimiento destaca la organización meticulosa del fuerte, que estaba diseñado para proteger las fronteras del Antiguo Egipto de ataques. Especialmente, de las tribus libias y los misteriosos «pueblos del mar», un grupo conocido por sus incursiones en el Mediterráneo oriental. Este hallazgo contribuye a la comprensión de las tácticas defensivas del Antiguo Egipto y la importancia de los fuertes como centros de defensa y operaciones militares.