Consumo masivo: no se prevén saltos en el precio de los productos de cara al 2025
El sector del consumo en Argentina enfrenta un panorama desafiante, con cifras que reflejan una notable caída en las ventas de alimentos y bebidas. Según la consultora Scentia, en octubre las ventas registraron una disminución interanual del 20% y una caída acumulada del 12,8%. Esta tendencia negativa se mantiene pese a las expectativas de reactivación económica, evidenciando que los consumidores no están dispuestos a aceptar incrementos significativos en los precios de los productos básicos.
Las ventas de alimentos y bebidas no han logrado repuntar de forma consolidada en los últimos meses. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó en septiembre una baja interanual del 12,8% y una caída acumulada del 11,6% en los últimos nueve meses. Frente a este escenario, las empresas del rubro alimenticio han declarado que, por el momento, no consideran viable incrementar los precios de sus productos por encima de la inflación. Representantes del sector alimenticio señalaron que «no existe margen para subir los precios más allá de la inflación» y que su prioridad es mantener el volumen de ventas para no seguir afectando los márgenes de ganancias, los cuales se han visto deteriorados en el último semestre.
La eliminación del Impuesto PAIS, programada para el 22 de diciembre, no se traducirá en una reducción significativa de precios en la mayoría de las categorías de productos alimenticios. Según un proveedor del sector, «si eliminan el impuesto, mejor para nosotros. No creemos que se traslade mayormente a precios, pero sí buscamos mantener el volumen de ventas». Esta medida contribuirá a sostener los precios relativamente estables, evitando que los costos de importación impacten de manera drástica en el precio final de los productos.
Expectativas de los consumidores y comportamiento de compra
A pesar de la eliminación del Impuesto PAIS, la expectativa del mercado es que muchos consumidores pospongan sus decisiones de compra para enero, anticipando precios aún más bajos y beneficiándose de tener un auto un año más nuevo en los papeles. Esta tendencia podría llevar a una disminución adicional en las ventas de diciembre, afectando negativamente las proyecciones de los fabricantes para este mes estacionalmente bajo.