Una noche de esas que no se olvidará jamás en la carrera de un deportista se vivió ayer en el universo mágico de la NBA. Y es que la superestrella de Los Ángeles Lakers, LeBron James, inscribió su nombre, una vez más, en las páginas doradas del máximo torneo de básquetbol del planeta.

Durante el juego en el que los Lakers enfrentaban como locales a Oklahoma City Thunder, con 38 años vividos, manteniendo un nivel superlativo en su vigésima temporada en la liga de las superestrellas, LeBron James logró convertirse en el máximo anotador de la historia de la NBA, al superar la legendaria marca que Kareem Abdul-Jabbar tenía desde 1989. LeBron sumó así un hito más a su dorada carrera, la cual incluye cuatro títulos (2012, 2013, 2016, 2020) y cuatro MVP de temporada regular (2009, 2010, 2012 y 2013).

James necesitaba 36 puntos para batir el récord de 38.387 puntos, perteneciente a Abdul-Jabbar, y los consiguió al final del tercer cuarto del partido disputado anoche en el «Crpyto.com Arena». El público de Los Lakers, la familia de LeBron y el propio Abdul-Jabbar estallaron en aplausos y ovación para el nuevo máximo anotador de la NBA, quien celebró con los brazos en alto, claramente emocionado. El hombre récord concluyó el juego vs. Los Thunders con 38 puntos, dos más de los que necesitaba para subirse a la histórica cima. Además, su tarjeta registró 3 asistencias, 7 rebotes y 3 robos.

Por todo esto no soprende en absoluto que tras el encuentro, LeBron haya asegurado que se ve con ganas y fuerzas para seguir compitiendo al máximo nivel. «La forma en que me siento, la manera en que mi cuerpo ha estado reaccionando a lo largo de esta temporada… Sé que puedo jugar un par de años más», agregó.

En cuanto al partido jugado anoche, eclipsado por la figura de James, hay que mencionar que Oklahoma fue el que se quedó con la victoria en Los Angeles. Fue una juego parejo, definido en detalles, donde los Thunders vencieron por 133 a 130 y tuvieron como su máximo anotador a Shai Gilgeous-Alexander con 30 unidades.