Los mercados financieros están observando una divergencia entre los precios de las acciones y los bonos argentinos. Los cuales continúan al alza por tercer año consecutivo. Sin embargo, los indicadores de la economía real, aún enfrentan un período de ajuste y sinceramiento de variables tras el cambio de Gobierno.

El S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires ha experimentado un aumento del 33% en pesos en 2024. Aunque esta tasa es inferior a la inflación medida en dólares, según la paridad del «contado con liquidación» (que implica un aumento del 18%), es el doble de lo que han rendido los índices representativos de Wall Street, como el Nasdaq tecnológico y el promedio del S&P 500.

La Consultora 1816 señala que, a pesar del ajuste en las cuentas públicas realizado por el Gobierno, lo cual sienta las bases para un crecimiento futuro, el Presidente no ha perdido prácticamente popularidad en sus primeros 100 días. Esto lleva a la conclusión de que continúa habiendo valor en los activos argentinos. Especialmente en los bonos, que ya están en máximos de precio pero lejos de mínimos de rendimiento.

Los analistas advierten sobre la importancia de monitorear la situación semana a semana, dado que, aunque en términos financieros todo parece estar marchando bien, existen fragilidades tanto políticas como macroeconómicas. Destacan que la imagen positiva del Presidente es el ancla central del mercado. Ya que su compromiso con la reducción del déficit fiscal y el cumplimiento de los contratos consolida el rally de los activos argentinos.

Sin embargo, también se enfatiza la necesidad de estar alerta ante posibles cambios en el escenario. Especialmente en un contexto de volatilidad en la opinión pública argentina. A pesar de las mejoras en los indicadores financieros, se reconoce la fragilidad inherente a la situación actual.