La polémica en torno a los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus sigue creciendo en Argentina. Tras el caso conocido recientemente en Córdoba, ahora se suma la denuncia de un paciente de Rosario, que asegura haber sufrido problemas de salud pocos días después de recibir la vacuna.

Roberto, un rosarino de 56 años, productor de seguros y profesor de tenis, se ha convertido en el segundo caso en Argentina, y el primero en la provincia de Santa Fe en presentar una demanda judicial por supuestos daños relacionados con la vacunación. El hombre interpuso una demanda por daños y perjuicios en la Cámara Federal, afirmando que una semana después de recibir la dosis de AstraZeneca en 2021, sufrió un infarto.

En su denuncia, Roberto acusa al Estado argentino de obligarlo a recibir la vacuna y extiende su reclamo al Ministerio de Salud, la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DICEI) y la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas (CONASEVA). Según su argumento, estas entidades tenían la responsabilidad de estar informadas sobre la controversia en torno a la vacuna. Y que ya había sido retirada de circulación en varios países de Europa debido a problemas de seguridad.

Roberto asegura que nunca había estado internado ni había tenido problemas de salud antes de la vacunación. Relata que tras recibir la dosis, experimentó una sensación extraña y fiebre leve, síntomas que precedieron a una grave complicación de salud. «Tuve una trombosis. Se me tapó una arteria principal y las otras dos estaban perfectas. Me salvé de casualidad. Estuve 15 horas con el infarto, hasta que no sentí que me estaba muriendo no fui al médico».

La trombosis que sufrió le llevó a recibir un stent y ahora debe tomar medicación crónica de por vida. Además, de someterse a controles cardiológicos periódicos. Esta condición, afirma, ha limitado su capacidad para generar ingresos y ha afectado significativamente su calidad de vida. Además, sostiene que varios profesionales de la salud le sugirieron que su cuadro podría ser consecuencia de la vacuna AstraZeneca. «Desde abril se sabía en Europa que esa vacuna traía problemas de trombosis y no la administraban en gente menor de 55 años», insistió.