Así lo aseguró el subsecretario de Protección Ambiental de la provincia, Luis Marcelo Lizárraga al medio La Gaceta. Los ingenios Ñuñorco y Aguilares cuentan con 72 horas para presentar un plan de trabajo que resuelva la emanación de hollín.

Dicha situación quedó denunciada por vecinos de Aguilares y Monteros, quienes protestaron juntando bolsas de consorcio llenas de cenizas en reclamo por más controles. En ese sentido, el funcionario aseguró que inspeccionaron las chimeneas de ambas plantas y que encontraron “inconvenientes vinculados con la falta de limpieza en algunos sectores donde se acumuló bagazo que este año, por las características meteorológicas, es más liviano y susceptible de ser removible por el viento”.

No obstante, Lizárraga dijo que “aquí no hace falta inversión, sino gestión. Y la contingencia fue admitida por los responsables de las fábricas que se mostraron predispuestos a resolver la situación lo antes posible. No se trató de negar o esconder, sino que nos encontraron la razón. Además, el registro totalizador marca si hubo o no problemas”.

El Subsecretario minimizó la situación diciendo que “ahora no podemos hablar de lluvia negra o de cenizas. En cambio, sí de un fenómeno nocturno o diurno que se dan por razones circunstanciales”. “Lo que digo se sustenta en el hecho de que en los filtros húmedos de los ingenios se acumulan toneladas de ceniza que no van a la atmósfera”.

Además, señalo que, si bien “la producción tiene que ser sustentable y amigable con el ambiente”, “hay que tener cierta flexibilidad frente a la necesidad urgente de producir alimentos”.