El exintendente de la Quinta de Olivos se presentará hoy en los tribunales de Comodoro Py para declarar como testigo en la causa que investiga la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández. Se trata de Daniel Rodríguez, uno de los hombres de máxima confianza de Alberto Fernández, quien se presentará ante la fiscalía a partir de las 10 de la mañana. Su testimonio será de gran relevancia por ser quien conocía los movimientos de la residencia presidencial. Se espera que en su declaración cuente los detalles de lo que vio en la residencia presidencial

Según fuentes periodísticas, Rodríguez habría intervenido en al menos una pelea entre Alberto Fernández y la ex primera dama, Fabiola Yáñez. De hecho, habría actuado como intermediario entre ambos cuando no estos no se hablaban. Por otro lado, fue chofer, cadete, secretario, y hasta cuidador de Dylan, lo que muestra una gran confianza del exmandatario en su persona. Sin embargo, el detalle más importante es que trabajó para Héctor Martínez Sosa, el bróker detrás de los contratos millonarios con el Estado. Durante toda la gestión de Fernández, Rodríguez estuvo a cargo de la quinta de Olivos y se convirtió en un intermediario privilegiado entre las dos partes.

Permisos truchos durante la pandemia

Rodríguez ya fue mencionado en la causa por la Fiesta de Olivos. Este fue el encargado de confeccionar permisos de circulación truchos. Estos llevaban el logo de Presidencia y su firma. Al menos tres de los participantes de aquella reunión tenían este documento sin ninguna validez legal. Una de ellas era Sofía Pacchi, una de sus mejores amigas de Yáñez hasta el escándalo. “Certifico que xxx cumple sus funciones como secretario de la primera dama Fabiola Yáñez. La presente se extiende al solo efecto de garantizar su libre circulación hasta el día 17 de julio de 2020″, decían los permisos.

Violencia en Olivos

En su denuncia, Yáñez asegura haber vivido episodios de violencia dentro de la residencia presidencial de Olivos. La fiscalía acusó al expresidente de lesiones leves y graves, doblemente agravadas y amenazas coactivas. Según la primera dama, estuvo expuesta a reiterados hechos de violencia física y psicológica desde 2016. Los episodios habrían sucedido en Puerto Madero y luego la Quinta de Olivos, por lo que se presume que transcurrieron entre gran hermetismo.