Corralones remarcan precios y otros prefieren no vender ante la incertidumbre económica
El dólar blue no para de escalar y la pérdida del poder adquisitivo, por la inflación, tiene cada vez más impacto en el consumo masivo. Esto sucede en precios de rubros específicos que suelen estar atados a la cotización de la moneda estadounidense, como es el caso de la construcción.
El valor del dólar es un número intangible, pero detrás de esa cifra la situación en la calle se agrava cada vez más. Personas van a comprar con el dinero justo y se encuentran con un precio mayor; y comerciantes no venden, porque no saben a cuánto dejar sus productos.
Un reflejo de lo que pasa está en corralones de materiales para la construcción. En varias provincias, el frenesí del billete verde generó situaciones dispares entre comerciantes y clientes. Por la suba de los precios, los clientes pierden poder adquisitivo y cancelan sus intenciones de compra, mientras que los comerciantes ven caer estrepitosamente sus ventas.
Desazón de ambos lados del mostrador
Antonela Massarelli, tiene 28 años y es madre de dos niños. El sábado debe abandonar el lugar donde actualmente vive, por eso juntó el dinero suficiente para comprar el techo de chapa de su casa. Sin embargo, el aumento acelerado se lo impidió.
«Fui a comprar la chapa para el techo y, aumentó tanto que me quedé sin presupuesto. Pasó de 150 a 270 pesos en menos de una semana. También quise comprar una puerta: a la mañana salía 30 y a la tarde 40. De los 15 lugares que llamé 10 no me quisieron vender», relató con hartazgo.
Hernán Bocca, dueño de una tienda de muebles de cocina, describió: «En lo que es mesadas, que son de productos importados, no estamos dando precios. Lo mismo con la madera. De molde sí, porque son de productos nacionales en su mayoría».
«Estoy muy enojada con todo», fue lo primero que dijo Patricia Becman, dueña de una tienda de cerámicas. «Ayer marqué dos veces los precios, y hoy por las dudas, también remarqué«, explicó.
El dólar también afectó a los métodos de pago. «La gente no compra, vienen desesperados pero sin efectivo en la mano y yo ahora vendo solo de esa manera. Lo hago así porque con tarjetas no me conviene, me queda menos plata y no me vale nada», detalló Becman.