La redactora del diario Clarín, Guadalupe Rivero, nos expresó en su columna, sobre familia, el estrés y el duelo que implica mudarse a un nuevo hogar. Rivero nos explica: «Seleccionar, embalar, clasificar y despedirse. Si no fuera por el componente emocional que este proceso implica, esos serían los pasos fundamentales de una mudanza. Sin embargo, cambiar de casa es mucho más que irse a otra propiedad y en ocasiones resulta un duelo difícil de atravesar.»

Y a esto se le suman los interrogantes que surgen » ¿Qué dejamos atrás cuando nos mudamos?, ¿quién habitará ahora esos sitios que sentíamos tan nuestros?, ¿encontraremos en otro lugar esa sensación de pertenencia?, ¿cuánto tardaremos en convertir esa nueva casa en un hogar?» Pero esto, según Rivero, va acompañado por un proceso que implica » El agotamiento que ésta produce. El proceso de selección y embalaje, la contratación del servicio de mudanza, la limpieza posterior y la instalación en la nueva propiedad requieren de mucho trabajo y paciencia.»

La psicóloga Peroni a la que consultó Rivero, sostiene que :»Los adultos atraviesan el proceso de la mudanza con un monto elevado de estrés, ya que éstas generan muchas molestias. El hecho de tener que desarmar una casa y armarla en otro lado demanda mucha energía y dedicación”.

Al finalizar la columna se aconsejan 4 tips para que la mudanza no resulte una experiencia tan estresante:

  1. Hacerla de manera programada y pausada, es decir, destinando también intervalos de descanso.
  2. Propiciar espacios de diálogo para establecer cuales serán las tareas o roles que cada integrante asumirá en la mudanza.
  3. Armar un cronograma con la planificación semanal para organizar los preparativos de la mudanza y dejarlo a la vista de todos.
  4. Proponer encuentros diarios para hablar sobre cómo se siente cada integrante de la familia respecto a este cambio.