Los perros tienen una capacidad variable para adaptarse al frío, dependiendo de factores como la raza, el tamaño y la densidad de su pelaje. Algunas razas están naturalmente equipadas para enfrentar climas fríos. Mientras que otras, especialmente las de tamaño pequeño o pelaje corto, son más sensibles y requieren protección adicional.

La respuesta de los perros al frío también depende de factores individuales y ambientales. Algunos disfrutan de jugar en la nieve, mientras que otros prefieren estar dentro de casa cerca de una fuente de calor. Es fundamental que los dueños puedan identificar las señales de incomodidad o peligro por frío en sus mascotas para tomar las medidas necesarias y mantenerlas seguras durante el invierno.

Señales de que un perro tiene frío

Melissa Starling, investigadora postdoctoral de la Universidad de Sydney, señala que una de las señales más evidentes de que un perro tiene frío es similar a lo que experimentan los humanos: los temblores. Los perros también pueden encorvarse, meter la cola entre las piernas, y acostarse con las patas cerca del cuerpo para conservar el calor. “En casa, presta atención a dónde duermen los perros. Si están acurrucados en una bola apretada en la cama más gruesa que puedan encontrar, o acurrucándose debajo de las mantas, están tratando de mantenerse calientes”, comenta la experta.

Los perros tienen capas de pelo que ayudan a regular su temperatura interna mediante el cambio de pelaje antes del verano. El veterinario Juan Enrique Romero explica que los perros tienen una muda estacional que se produce dos veces al año. Esta muda está alterada por la convivencia bajo techo y la iluminación permanente, lo que puede afectar su capacidad para adaptarse a cambios de temperatura.

La Sociedad Humanitaria de Estados Unidos sugiere que la mejor manera de proteger a los perros del frío es con abrigos adecuados para su cuerpo. Dependiendo de su tamaño y tipo de pelaje, algunos perros pueden necesitar diferentes formas de protección. Es importante mantenerlos en interiores durante el invierno y sacarlos a pasear varias veces al día.

Cambios en la alimentación

El doctor Romero recomienda aumentar alrededor de un 10% la cantidad de comida que se les da a los perros durante el invierno. Ya que sus organismos gastan más energía para mantener la temperatura corporal. Siempre se debe consultar con un veterinario para ajustar la dieta según las necesidades específicas de cada perro.

La Asociación Americana de Medicina Veterinaria señala que la tolerancia al frío varía según factores como la grasa corporal, el tamaño, el pelaje, los niveles de actividad y la salud general del perro. Es importante ajustar los abrigos y la actividad en exteriores según las necesidades de cada animal y acortar los tiempos de paseo en invierno para evitar que sufran las bajas temperaturas.