Cada cual verá la dificultad estética donde quiera, pero los looks para esta época de cambios constantes de temperatura en un mismo día no son fáciles de crear. El motivo es tan sencillo pero resulta difícil adaptar la vestimenta a un contexto que puede cambiar, pasar del frío al calor y viceversa.

Sin embargo, un buen puñado de básicos y una pizca de osadía pueden dar lugar a una serie de fórmulas estéticas infalibles no para sobrevivir, sino disfrutar de este período en el que todo es posible. Porque si algo caracteriza a los looks de halftime son las contradicciones estéticas que permiten explorar los límites del armario y del estilo propio, probar combinaciones que en otro momento resultarían imposibles.

Jersey + minifalda

Si hay que elegir una característica de los looks de entretiempo, esa sería la contradicción. Y la manera más fácil de expresarla es a través de opuestos como un jersey y una minifalda, una ecuación sencilla y fácil de replicar que, sin embargo, adquiere su interés gracias al juego de colores y texturas. Probar con un tono subido como el naranja escogido por Pernille Teisbaek es una manera rápida y segura de subir la apuesta. Sobre todo, cuando hay kitten heels de por medio.

Falda ‘midi’ + ‘blazer’

Después de tantos años y tantos estilismos de calle, lo más fácil es encontrar un armario que tenga una falda midi satinada a uno que no lo tenga. ¿El motivo? Es que son versátiles hasta decir basta y una pieza perfecta para el entretiempo. Lo mismo funciona con unas bailarinas de perfil arty y blando que con unas sandalias. Las camisetas son su pareja natural y el modo de adaptar el look a unas temperaturas un poco más bajas es sencillo: añadiendo un blazer de cualquier tipo.

Jersey + ‘shorts’ de punto

Los matching sets o conjuntos (casi) siempre han estado en nuestras vidas, pero ha sido este año cuando se han mostrado especialmente útiles: no hay que pensar en cómo combinarlos para tener un look absolutamente redondo. Si además a esto se le añade la entrada triunfal del punto y todo tipo de materiales envolventes que sigan la estela de la comodidad, la mezcla resulta perfecta.

Pantalones negros + camiseta blanca + biker

Si se hiciera un retrato robot de un look socorrido, fácil de elaborar y que siente bien a todo el mundo, se parecería mucho a este estilismo. Los básicos que lo componen son, aquí, los protagonistas absolutos, y la paleta en blanco y negro permite jugar tanto con los tejidos como con los patrones, poniendo la atención en algo que va más allá de colores llamativos o estampados epatantes. Porque la pieza que realmente tiene que brillar y sacar al estilismo de lo clásico es la chaqueta de cuero, que puede ser tipo biker. ¿A los pies? Lo que se quiera, pero unos salones crean un contraste interesante.

Vestido de manga larga + zapatillas

La suma de los elementos que compone este look es sencilla. Por un lado, un little black dress de manual que tiene el añadido de un escote diferenteCheck. Una manga larga que contraste con la falda corta y permita llevarlo solo, sin nada que lo cubra. Check. Unas zapatillas clásicas e icónicas que rebaje la carga de formalidadCheck. Sí, es imposible fallar con un estilismo así, sea el año que sea.

Camisa blanca + vaqueros + gabardina

Si el anterior era el look redondo en clave de vestidos, este es el look redondo en clave de vaqueros y camisa blanca, uno de los combos más perfectos e imbatibles que existen en la moda. Es sencillo, elegante y con un punto relajado que variará enormemente según los accesorios, esto permite que cada uno lo adapte sin problema. Una que se mantiene dentro de las variables de lo hipnótico es la de querencia minimalista, palpable tanto en una gabardina neutra (¿hay un abrigo que diga más claro “entretiempo” que este?) como en unos botines y un bolso todoterreno, tal y como escogió en su momento Linda Tol.

Cárdigan + falda ‘midi’

De la versatilidad de las faldas midi ya se ha hablado largo y tendido, pero he aquí una muestra más de cómo pueden ir de lo urbano a lo retro dependiendo de hechuras y tejidos que la conformen. Pero el cárdigan tampoco se queda atrás: aunque suele estar asociado a estilismos más clásicos, también puede acercarse a lo sexy, como sucede con el de Jacquemus que lleva Jenny Walton en esta imagen.

‘Top’ palabra de honor + abrigo especial

La lección de que el blanco no es solo para el verano está ya más que aprendida, tener a mano recordatorios que es atractivo para las temperaturas empiezan a cambiar. Para añadir sorpresa a un estilismo que ya se da por conocido, una opción es cambiar los vaqueros por un pantalón sastre y la camiseta, por un top palabra de honor que hable de días estivales. Para compensar, bastará con sacar del armario un abrigo especial en un color neutro.

Traje de chaqueta + sandalias planas

Esta es otra de esas contradicciones que crean tensión visual y que, por tanto, siempre resultan atrayentes. El traje de chaqueta es un básico de armario que, además, está viviendo ahora una nueva época dorada, incluso en su versión más neutra y tradicional, como es el dos piezas en color negro. La informalidad viene no solo de escoger un zapato plano, sino de elegir uno que deje piel al descubierto y tenga un perfil relajado, como unas palas de suela un poco gruesa.

Vestido de punto + cazadora bomber + ‘flip-flops’

Esta es otra prueba de que las sandalias y chanclas de corte casual son una gran estrategia para relajar cualquier estilismo de entretiempo. Jeanette Madsen es una de esas personas que tiene dominada la técnica, tanto que incluso deja atrás las palas para optar por flip flops que rematen un vestido de punto de manga larga. Si el frío aprieta un poco más, una chaqueta informal, como una cazadora bomber, terminará el look

Pantalón claro + ‘blazer’ beis

Los blazers son una prenda más que socorrida para el entretiempo: no son ni demasiado gruesos ni demasiado finos y, además, añaden un punto de intención a cualquier otra pieza, incluidos vaqueros, camisetas lisas y zapatillas. De hecho, con ellos conforman un look perfecto que permitirá jugar con los colores. Si se quiere ir a lo seguro y a lo que no pasa de moda (sin que pierda interés), un look tonal en colores claros es la respuesta.

Por Alejo Alderete | @alejo_alderete