La tensa relación entre el gobierno de Javier Milei y los gobernadores se ha intensificado. Especialmente después de la decisión de la Secretaría de Transporte de eliminar el Fondo Compensador del Interior, generando enojo entre los mandatarios y abriendo un nuevo frente de conflicto. El gobierno sugiere que las provincias deben ajustar sus gastos en áreas menos esenciales que el transporte, como ministerios o eventos culturales.

En la Casa Rosada, definen la relación con los gobernadores como «rota», y se espera la salida de funcionarios vinculados a ellos. Osvaldo Giordano (ANSES), Franco Mogetta (Transporte), Daniel Tillard (Banco Nación), Luis Giovine (Obras Públicas), y Flavia Royón (Minería) estarían en la lista. Se anticipa un esquema de trabajo sin la participación activa de los mandatarios provinciales, incluso frenando la realización de un pacto fiscal.

En este contexto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sugiere un «nuevo rediseño político» en el gobierno de Milei, tras el fracaso de la Ley de Bases. Bullrich aboga por una mayor alineación política y fortaleza, proponiendo una fusión con el PRO. Aunque el expresidente Mauricio Macri prefiere que Milei tome las decisiones, hay una coincidencia en impulsar una alianza más fuerte con el PRO.

El Gobierno ve la caída de la Ley de Bases como una oportunidad para reconfigurar el Gabinete, expulsando a los funcionarios provinciales y fortaleciendo la relación con el PRO. La posible fusión con La Libertad Avanza apunta a eliminar «traidores», consolidar la estructura gubernamental y enfrentar los desafíos económicos, como la inflación y la recesión. La construcción de una nueva identidad política se vislumbra en el horizonte.