Apenas nueve días pasaron de la gran definición de la Copa América, donde la Selección Argentina obtuvo su bicampeonato y su decimosexta consagración en ese torneo, y la CONMEBOL ya está observando el panorama y barajando las posibilidades para definir al país que será anfitrión de la próxima edición, en el año 2028. Entre las opciones que el ente organizador, presidido por Alejandro Domínguez, aparecen Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador y Estados Unidos.

Este último país, sin dudas, es el de mayor infraestructura en estadios modernos, y llegará al 2028 con la experiencia reciente de ser organizador del Mundial 2026, pero quedaría relegado, principalmente, por haber sido el anfitrión de dos de las últimas cuatro ediciones de la Copa América (2016 y 2024). En el caso de Ecuador, si bien el presidente Daniel Noboa se reunió con el presidente de Conmebol a comienzos de este año y le hizo saber su intención de abrirle las puertas a la competencia, la autoridad máxima de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Francisco Egas, se ha encargado de brindar un panorama poco optimista.

En el caso de nuestro país, sus chances de ser elegido como sede toman fuerza debido a que el ente regulador del fútbol sudamericano mantiene una especie de deuda que quedó por la suspendida Copa América 2020. Para aquel torneo se pensaba hacer una división de dos zonas entre Argentina y Colombia: la sur, que estaba estipulada desarrollarse en nuestro territorio; y la norte, que iba a ser albergada en el país «cafetero». Sin embargo, el Covid-19 derrumbó esa posibilidad y el huésped terminó siendo Brasil que contaba con la infraestructura lista para hacerse cargo de la organización del evento, puesto que venía de ser sede del torneo en 2019.

Otros dos puntos a favor de Argentina son: por un lado, los grandes resultados deportivos que el seleccionado «albiceleste» viene obteniendo; por otro, que el año pasado la AFA cumplió bien el papel como federación anfitriona de la Copa del Mundo Sub 20, ofreciendo incluso nuevos estadios y ciudades como el Bicentenario de San Juan o el Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Tampoco se descarta la posibilidad de que la organización del torneo sea de manera conjunta entre Argentina y Uruguay o entre Argentina, Uruguay y Paraguay, como una especie de publicidad o reconocimiento para los tres países sudamericanos que albergarán un partido del Mundial del centenario, en el año 2030.