¿Quién puede resistirse a la tentación de una taza de café recién hecho por la mañana? Esta bebida, tan arraigada en nuestra cultura, es mucho más que un simple estimulante. ¿Cuánto café es demasiado? ¿Qué beneficios y riesgos esconde esta popular infusión? Originario de Etiopía, ha recorrido un largo camino hasta convertirse en la bebida más consumida del mundo. Desde sus humildes comienzos como fruto de un arbusto, ha conquistado paladares y corazones en todo el planeta. Su sabor intenso y su capacidad para despertar los sentidos lo han convertido en un ritual matutino para millones de personas.

La cafeína, el compuesto más conocido del café, actúa sobre nuestro sistema nervioso central, aumentando la atención y la alerta. Pero los beneficios del café van más allá de la simple energía. Numerosos estudios científicos han demostrado que el consumo moderado de café puede:

  • Proteger el cerebro: los antioxidantes presentes en el café pueden ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
  • Reducir el riesgo de diabetes tipo 2: se ha asociado con una menor incidencia de esta enfermedad.
  • Proteger el hígado: estudios sugieren que puede ayudar a prevenir enfermedades hepáticas.
  • Mejorar el rendimiento físico: la cafeína puede aumentar la resistencia y mejorar el rendimiento deportivo.

El lado oscuro del exceso

Aunque el café ofrece numerosos beneficios para la salud, su consumo excesivo puede tener efectos adversos. Una ingesta excesiva de cafeína puede provocar:

  • Insomnio: la cafeína estimula el sistema nervioso, dificultando el sueño.
  • Ansiedad y nerviosismo: la cafeína puede aumentar los niveles de ansiedad y nerviosismo.
  • Aumento de la presión arterial: en algunas personas, el consumo excesivo de café puede elevar la presión arterial.
  • Dependencia: el cuerpo puede desarrollar tolerancia a la cafeína, lo que lleva a la necesidad de consumir cantidades cada vez mayores para obtener el mismo efecto.

Cuánto café es demasiado

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomienda no consumir más de 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a aproximadamente cuatro o cinco tazas. Sin embargo, la tolerancia a la cafeína varía de persona a persona, y factores como la genética, el peso y la salud general pueden influir en la cantidad de café que podemos consumir sin experimentar efectos adversos.