Uso excesivo de celulares y pantallas: cómo afecta a la salud de los niños y jóvenes
El co-fundador de Manos Libres, Gonzalo Arauz, lidera un movimiento de padres que propone formar comunidades y pactos entre familias para reducir la presión social del uso de celulares en la infancia y adolescencia. La iniciativa busca fomentar el juego libre, el contacto físico con otros y el tiempo en familia sin distracciones digitales.
Arauz explicó que evitar el uso de dispositivos de manera individual en cada familia es prácticamente imposible. Sin embargo, como una acción colectiva se vuelve factible. «Nos encontramos en el dilema de que, si no le damos el dispositivo, lo dejamos afuera porque todos los empiezan a tener y las conversaciones giran alrededor de ellos. Pero si se lo damos, le generamos un mal. Al hacer esto en comunidad, la presión social baja para todos«.
La iniciativa destaca la importancia de posponer el uso de celulares y redes sociales en niños y jóvenes para proteger su desarrollo cognitivo y emocional. Arauz subraya que, aunque los dispositivos no son el problema, el uso cada vez más temprano y constante de estos afecta negativamente el proceso cognitivo de los niños. Por ejemplo, exponiéndolos a adicciones, ansiedad, depresión, bullying y grooming.
«El FOMO (Fear of Missing Out) es un fenómeno donde los niños sienten miedo de perderse algo importante en las redes. Lo que los mantiene constantemente conectados. En cambio, el JOMO (Joy of Missing Out) promueve el disfrute de desconectarse y perderse eventos en línea para mejorar el bienestar personal y salud. Los mismos adolescentes están descubriendo los beneficios de dejar de usar el dispositivo por un tiempo», concluyó Arauz.