El sector metalúrgico argentino ha experimentado una marcada retracción en sus operaciones durante el primer semestre de 2024, con caídas tanto en las exportaciones como en las importaciones. Según el último informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), las importaciones de productos metalúrgicos descendieron un 42,6%. Esto es en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando los 10.120 millones de dólares. Este desplome evidencia no solo las dificultades económicas internas, sino también las crecientes barreras comerciales que limitan el acceso a insumos esenciales.

Por otro lado, las exportaciones del sector también mostraron una tendencia negativa. Registrando una baja del 8,6% interanual y totalizando 2.206 millones de dólares en los primeros seis meses del año. Esta contracción pone de relieve la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, exacerbando el déficit en la balanza comercial de la industria metalúrgica y complicando el flujo de divisas.

Impacto en la producción y el empleo

La disminución en la actividad del sector ha afectado significativamente la producción metalúrgica. Y es que cayó un 11,7% interanual en julio de 2024, acumulando una contracción del 15,9% en los primeros siete meses del año. Este descenso está relacionado con una baja en la utilización de la capacidad instalada (UCI). La cual disminuyó 9,6 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior.

El impacto de esta contracción en la producción se ha visto reflejado en el empleo. El informe de ADIMRA señala que el nivel de empleo en la industria metalúrgica cayó un 3,8% en julio de 2024 en términos interanuales, y un 0,5% en comparación con junio de 2024. La reducción en la plantilla laboral es una consecuencia directa de la menor actividad productiva y las dificultades económicas que obligan a las empresas a ajustar sus estructuras operativas.

Perspectivas y desafíos para el futuro

A pesar de este escenario adverso, algunas empresas del sector mantienen un leve optimismo respecto a un posible incremento en la producción durante el segundo semestre del año. Sin embargo, el informe de ADIMRA advierte que cualquier recuperación será lenta y estará condicionada. Específicamente, por la evolución de la economía nacional y las políticas públicas que se implementen para apoyar a la industria.

El informe también destaca que las expectativas de producción para la segunda mitad del año son cautelosamente optimistas. Sin embargo, pero las empresas anticipan que los incrementos serán marginales y no compensarán las pérdidas acumuladas en los primeros seis meses.