En la mañana de hoy, conductores de la aplicación Uber se concentraron en el parque 9 de Julio para marchar en caravana hacia plaza Independencia. Los choferes protestan por los recientes secuestros de vehículos y piden el cese de la persecución por parte de la Municipalidad capitalina. El numeroso grupo de vehículos se estacionó en calle 25 de mayo, frente a Casa de Gobierno. Sostienen que permanecerán allí hasta obtener respuestas de autoridades y representantes parlamentarios.

Pese a un momento de tensión por la presencia de Infantería, el Gobierno provincial ordenó el retiro de las fuerzas y la manifestación se realizó en modo pacífico. Cinco representantes de los conductores ingresaron cerca del mediodía a la sede de la Honorable Legislatura de Tucumán. Allí buscan discutir una posible regulación del servicio Uber, que brinde un marco legal y de seguridad a conductores y pasajeros. La discusión también está centrada en los permisos y pagos de licencias. Pese a ser considerada una práctica totalmente legal en la provincia, los conductores de Uber continúan denunciando atropellos y distintas formas de hostigamiento que les impide realizar su trabajo. La falta de normativas ha llevado a una situación de creciente conflicto con autoridades y conductores de taxis, quienes reclaman un trato parejo para ambos servicios.

En diálogo con VOVÉ Tucumán, un conductor de la aplicación (que por resguardo decidió permanecer anónimo) sostuvo que se discuten distintos proyectos en paralelo. Todos buscan destrabar el asunto respecto a la normativa de este servicio y la circulación de los coches. Sin embargo, asegura que al momento de tratarse y sancionarse, «los proyectos se traban». «Estuvimos presentando varias notas. Lo trabaron con el veto de la ley y ahora está queriendo volver a discutirse. Hay una propuesta presentada tanto en la Municipalidad de San Miguel de Tucumán como en el Concejo Deliberante», detalló.

En ese marco, los conductores manifestaron su temor a las intervenciones del municipio y la imposibilidad de trabajar en esa situación. «Trabajamos bajo mucha presión. Si nos secuestran el auto, la multa es carísima, casi impagable». El conductor señala además que hay muchos pasajeros y conductores que se quedan sin poder usar el servicio por miedo a que se trate de «emboscadas» de las autoridades. Es por eso que las conductores intentarán tener avances en el día hoy a fin de lograr una solución definitiva al conflicto. Los Uber anticiparon que aguardarán el final de las reuniones con representantes de la Legislatura y en base a las respuestas decidirán las medidas a tomar.