En medio de la discusión por los lingotes del BCRA, la onza de oro alcanzó los USD 2.500
El precio del oro alcanzó un nuevo récord histórico este martes, superando los USD 2.500 la onza, impulsado por la debilidad del dólar y las crecientes compras de inversores. Este repunte del metal precioso se produce en un contexto donde se anticipa que la Reserva Federal de los Estados Unidos recorte las tasas de interés en septiembre.
El oro al contado registró una subida del 0,1%, situándose en USD 2.507,45 por onza, después de alcanzar un pico histórico de 2.531,60 dólares. Los contratos futuros del oro en Estados Unidos también experimentaron un aumento del 0,2%, alcanzando los 2.545,60 dólares.
Con un crecimiento del precio del 22% en lo que va del año, el lingote se perfila para tener su mejor desempeño desde 2020. Desde una perspectiva técnica, el Índice de Fuerza Relativa del oro, que actualmente se encuentra en 67,5, lo ubica cada vez más cerca de la zona de «sobrecompra». El cual comienza en 70, según indicó Reuters.
Motivos de la escalada del oro
«El precio del metal ha subido más de un 20% en lo que va de año debido a las expectativas de recortes de tasas, fuertes compras de bancos centrales y la demanda de refugio generada por los conflictos en Medio Oriente y Ucrania», reportó Bloomberg. Sin embargo, la racha estelar del oro parece estar comenzando a afectar la demanda en China, donde un informe mostró que las importaciones del mes pasado cayeron al nivel más bajo desde mayo de 2022.
Impacto positivo para las reservas
El aumento del precio del oro tiene un impacto directo en las reservas brutas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Y es que cuenta en sus arcas con 1,98 millones de onzas troy, valoradas en aproximadamente USD 4.964,8 millones. Lo que representa el 18% de los activos internacionales de la entidad, los cuales suman 27.511 millones de dólares.
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó el viernes que se llevó a cabo una operación para enviar lingotes de oro del BCRA al exterior. Con esta medida, se busca generar un rendimiento adicional de los activos. Especialmente, en un contexto en el que la compra de divisas para incrementar las reservas se ha vuelto cada vez más desafiante.
«Es una movida muy positiva del Central. Tener oro en el Banco Central es como tener un inmueble: no lo podés usar para nada. En cambio, si tenés ese oro afuera, podés sacarle un retorno, y la realidad es que el país necesita maximizar el retorno de sus activos. Tenerlo encerrado en el Central, sin hacer nada, es negativo para el país. Es mucho mejor tenerlo custodiado afuera, donde te pagan algo», aseguró Caputo.
Según la herramienta FedWatch de CME, los mercados valoran en un 71,5% la posibilidad de que la Fed recorte las tasas de interés en 25 puntos básicos en septiembre. Este miércoles, los operadores estarán atentos a las actas de la reunión de política monetaria del banco central de julio.