El Gobierno evalúa la posibilidad de reducir el precio del dólar tarjeta a partir de enero próximo, coincidiendo con la temporada de vacaciones, tras la eliminación del Impuesto PAÍS. Hasta hace unas semanas, tanto el Banco Central (BCRA) como el Ministerio de Economía buscaban una forma de compensar la eliminación de dicho gravamen, que incrementa un 30% el valor del dólar turista o tarjeta. Se contemplaba incrementar una percepción impositiva desde la AFIP para cubrir el hueco. Sin embargo, el reciente repunte financiero ha modificado la perspectiva dentro del Gobierno.

El contexto ha cambiado: el blanqueo de capitales impulsó un aumento significativo de los depósitos (superando los US$15.000 millones), mientras que la compra de reservas por parte del BCRA en un mes atípico y la reducción de tasas por parte de la Reserva Federal mejoraron la situación financiera. Además, las mejores liquidaciones del sector agrícola, junto con la disminución de la inflación, un leve repunte económico y meses de superávit, han dado un respiro.

En este marco, los dólares «libres» —como el Contado con Liquidación y el MEP— cayeron un 23% en promedio desde que el BCRA comenzó a esterilizar las compras de reservas. El dólar blue cayó aún más, desplomándose un 32% desde mediados de año, y todas estas cotizaciones rondan los $1.130.

Esta notable caída de los dólares —y la consecuente reducción de la brecha cambiaria— llevó al Gobierno a reconsiderar la estrategia sobre el dólar tarjeta. Actualmente, esta cotización es la más alta del mercado, situada en $1.630. De eliminarse el Impuesto PAÍS, el valor caería a aproximadamente $1.300, manteniendo aún una brecha significativa con los dólares financieros y el blue.

Punto clave del dólar tarjeta

Mantener una diferencia considerable entre el dólar tarjeta y los dólares financieros o el blue es clave para evitar que quienes viajan al exterior elijan comprar dólares en el mercado informal para cubrir sus gastos, lo cual no afecta las reservas del BCRA. Si el valor del dólar tarjeta se acercara demasiado al de los dólares financieros o informales, los consumidores optarían por pagar directamente con tarjeta, absorbiendo divisas de las reservas del Banco Central.

Además, el Gobierno quiere enviar una señal clara al mercado sobre la intención de no avalar un tipo de cambio oficial en los $1.600. De hecho, el valor del dólar que proyecta Luis Caputo ronda los $1.110. Con esta premisa, las distintas cotizaciones irían confluyendo en ese nivel. Actualmente, la brecha entre el dólar oficial y el Contado con Liquidación (CCL) es del 16%, y el Gobierno descarta que haya un «atraso cambiario» pese a algunas opiniones de economistas que afirman que el dólar barato podría afectar la competitividad del país.

Cómo se compone el dólar tarjeta

El valor del dólar tarjeta se forma con el dólar oficial más un 30% del Impuesto PAÍS y un 30% de percepción del impuesto a las ganancias (que generalmente se devuelve, aunque licuado, un año después). Actualmente, esa combinación da un valor de $1.630. Esta fórmula se estableció a mediados de diciembre del año pasado, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció sus primeras medidas. Durante la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el dólar tarjeta llegó a ser un 150% más caro que el dólar oficial, debido a la acumulación de impuestos y percepciones.

El Impuesto PAÍS, introducido por el exministro de Economía Martín Guzmán en su ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, dejará de existir el primer día de enero. Es el único gran impuesto que se eliminará, según el proyecto de Presupuesto 2025 enviado al Congreso. Su desaparición supondrá una importante pérdida de ingresos fiscales, ya que en 2024 se había convertido en el quinto impuesto de mayor recaudación. La eliminación del Impuesto PAÍS es parte de una promesa de Caputo, quien había aumentado y extendido su alcance en diciembre, pero ya en septiembre había comenzado a deshacer esas subas.