En la jornada de hoy se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 11 de abril de 1997. Se recuerda el nacimiento del médico británico, James Parkinson, quien describió por primera vez la enfermedad.

La enfermedad de parkinson es un trastorno neurodegenerativo, lo que consiste en la muerte de un grupo de neuronas productoras de un neurotransmisor llamado «dopamina» y se estima que esto está ligado con una proteína llamada “alfa sinucleina”. No obstante, aún no se sabe qué desencadena los eventos que llevan a esto”, explicó Emmanuel Franchelo, neurólogo, en diálogo con VOVE Tucumán.

En ese sentido, el referente de la enfermedad en Tucumán agregó que “la teoría que prevalece en la actualidad postula que se trata de una interacción entre un organismo determinado -carga genética-, con el ambiente propicio (esto puede ser dado por múltiples factores como, por ejemplo, exposición a agrotóxicos)”. Respecto de las formas hereditarias, dijo que “las puras son raras, y más frecuentes en pacientes jóvenes, y las formas ambientales puras también son raras

Los síntomas

El médico expresó que el principal síntoma de la enfermedad es el enlentecimiento. A eso se puede sumar el temblor, en hasta un 60% de los pacientes, y la rigidez, entre las principales manifestaciones. También, existen otras como dolor de algún miembro (pierna, brazo), fatiga, falta de percepción de los olores y trastornos específicos del sueño.

Población afectada

Si bien no existe una edad mínima ni una máxima de presentación, Franchelo puntualizó que «se observa un gran aumento de la frecuencia de diagnóstico de la enfermedad en pacientes mayores de 65 años”.

Tratamientos

Actualmente, los tratamientos tienen por objetivo mejorar la calidad de vida y dar independencia al paciente y las terapias con medicamentos aparecen como principal alternativa. Además, el referente resaltó que cada paciente puede necesitar, en mayor o menor medida, kinesiología, fonoaudiología, psiquiatría, psicología, terapia ocupacional. También está la opción de la neurocirugía, «ya que un grupo de pacientes puede beneficiarse de la terapia de DBS (Estimulación Cerebral Profunda)», subrayó.

Aunque no hay una forma de prevenir el parkinson, destacó: «Hay estudios que muestran que los pacientes que hacen actividad física de moderada a gran intensidad tienen un enlentecimiento en la tasa de progresión”.

Si bien no se sabe con exactitud qué cantidad de personas padecen la enfermedad, se estima que el 1% de los pacientes mayores de 65 años puede tenerla.