El Directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) comunicó recientemente que, en primera instancia, se garantizarán 600 becas en lugar de las 1.300 anunciadas el año anterior. Además, de 300 becas de finalización de doctorado. Científicos del organismo resaltan la crucial función de los becarios en laboratorios e investigaciones a lo largo del país.

Los especialistas contribuyen a la salud infantil mediante la producción de alimentos, estudiando los efectos de los agrotóxicos en los ecosistemas y desarrollando la primera vacuna mundial contra el Chagas. Por esta razón, advierten que sin becarios «es imposible» continuar la investigación y el desarrollo científico en Argentina.

El bioquímico Emilio Malchiodi, líder de un equipo reconocido con el Premio César Milstein 2023 por la investigación en biotecnología, destaca que «no se puede hacer un proyecto científico sin becarios, es imposible«. Su equipo trabaja en el desarrollo de la primera vacuna contra el Chagas, y Malchiodi enfatiza la importancia fundamental de las becas en este proceso.

Susana Salva, investigadora del CONICET en Tucumán, resalta que el 50% del personal en su laboratorio, que desarrolló un yogur probiótico beneficioso para la salud, son becarios doctorales y postdoctorales. Estos desempeñan un papel esencial en la investigación y representan un «eslabón indispensable».

El investigador Rafael Lajmanovich, cuyo equipo estudió el impacto de los agrotóxicos en anfibios y peces, subraya que las investigaciones realizadas gracias al CONICET son vitales para abordar problemas de conservación y biodiversidad que las empresas privadas pueden pasar por alto.

Jorge Geffner, investigador, destaca la preocupación por un ajuste en más del 50% de las becas doctorales. Con un recorte de 700 becas, y la postergación de la fecha de ingreso. Advierte sobre problemas financieros en institutos, falta de fondos para grupos de investigación y contratos próximos a vencer.