El Aedes aegypti, conocido transmisor del dengue, muestra una mayor actividad al amanecer y al atardecer, aunque su comportamiento puede extenderse a otras horas bajo ciertas condiciones. Este mosquito, adaptado a entornos urbanos, se cría en aguas estancadas y busca condiciones húmedas para sobrevivir. La reciente investigación revela que la contaminación lumínica puede alterar su ciclo circadiano, aumentando su actividad nocturna y, por ende, el riesgo de transmisión de enfermedades virales.

Horarios de mayor actividad

Tradicionalmente, se ha sostenido que el Aedes aegypti es más activo durante dos franjas horarias específicas: de 6 a 11 horas de la mañana y de 18 a 21 horas al anochecer. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que este mosquito puede picar en cualquier momento si está expuesto a luces artificiales. Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio indica que la contaminación lumínica en áreas urbanas prolonga el periodo de actividad del mosquito, permitiéndole picar durante la noche y aumentando así las posibilidades de transmisión del dengue.

La luz artificial afecta significativamente el comportamiento y la supervivencia del Aedes aegypti. En ausencia de luz, este mosquito tiende a reducir su actividad durante la noche. No obstante, la exposición constante a luces artificiales engaña su sistema circadiano, prolongando su búsqueda de alimento y aumentando el riesgo de picaduras.

Adaptación urbana y prevención

El Aedes aegypti ha desarrollado una estrecha relación con los entornos urbanos, proliferando en cualquier lugar donde haya recipientes que acumulen agua, como floreros, cubiertas de neumáticos o bebederos para mascotas. Investigaciones del Grupo de Estudio de Mosquitos de la UBA y el CONICET han demostrado que este mosquito puede desarrollarse en aguas con materia orgánica o recipientes sucios, lo que amplía sus potenciales criaderos.

Para prevenir la propagación del dengue, las autoridades sanitarias recomiendan eliminar cualquier fuente de agua estancada, incluso durante el invierno, ya que los huevos pueden sobrevivir hasta un año en condiciones adversas. Además, se enfatiza la importancia de reducir la contaminación lumínica en áreas urbanas como una estrategia complementaria para controlar la actividad del mosquito.