El ministro de Economía, Luis Caputo, ha logrado resultados positivos con la reciente comitiva económica en Washington, consolidando una relación favorable con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y atrayendo el interés de inversores internacionales. Este acercamiento ha generado una significativa disminución del riesgo país, que por primera vez en cinco años ha caído por debajo de los 1.000 puntos básicos, mientras que las acciones locales han alcanzado nuevos máximos en Wall Street en el último lustro.

Caputo ha presentado un plan claro para 2025, enfocándose en la sostenibilidad fiscal y la reducción de la deuda externa. Durante un encuentro organizado por el banco Santander, el ministro detalló cómo el Gobierno planea pagar cerca de USD 10.000 millones en capital e intereses de bonos privados el próximo año. Este compromiso ha tranquilizado a los inversores, quienes ahora perciben que el default no es una opción viable y que se tomarán todas las medidas necesarias para evitarlo.

Acuerdos financieros y financiamiento

Una de las piezas centrales del plan de Caputo ha sido el cierre de un Repo con un consorcio de bancos liderado por Santander y JP Morgan, garantizando así el pago de vencimientos de capital en enero por USD 3.000 millones. Este préstamo a tres años ofrece una tasa de interés más baja que el rendimiento actual de los bonos argentinos, aunque superior al 8% en dólares que las empresas argentinas están pagando en el mercado internacional. “Aunque el riesgo país disminuya a 600 puntos básicos en los próximos meses, no planeamos salir al mercado para financiar los vencimientos de enero”, afirmó Caputo, subrayando la solidez del acuerdo.

Reacción positiva del mercado y datos macroeconómicos

La confirmación de estos acuerdos ha sido recibida con entusiasmo por los inversores, ya que asegura los fondos necesarios para cubrir los vencimientos de enero por USD 4.500 millones y facilita una reinserción paulatina de Argentina en los mercados internacionales para refinanciar futuras obligaciones. Además, los indicadores macroeconómicos muestran señales de mejora: el superávit fiscal registrado en septiembre, junto con un aumento real de las jubilaciones y salarios, refuerzan la confianza en la política económica del Gobierno. El índice de producción industrial, elaborado por FIEL, también reflejó un repunte del 3,8% en el tercer trimestre respecto al segundo.